En el año 2011 se estrenó la película The Ledge.
La entrada de hoy la dedico a una película que no dio una gran difusión y no es conocida por el gran público. Se estrenó en el 2011 y, sinceramente, no tuve conocimiento de ella en aquellas fechas. Ha sido una sorpresa el encontrarla porque aunque considero que no es un peliculón si es bastante aceptable. Además, por su argumento, da la posibilidad de hacer mención de ella en el blog.
El director y guionista es Matthew Chapman. Los actores protagonistas son Charlie Hunnam, Patrick Wilson, Liv Tyler, Terrence Howard. Son actores conocidos y hacen una buena interpretación. Pero entiendo que si hubieran sido actores de primerísima línea la promoción hubiera sido mucho mayor. Y la película da para que hubieran podido ser protagonistas.
Argumento de The Ledge
La película es una historia de amor e infidelidad, aunque la verdadera trama es el conflicto entre creyente y ateo. Sin entrar en detalles ni consideraciones técnicas la película está bien y te mantiene entretenido hasta el final de la trama.
El título, The ledge (La cornisa) describe la situación en la que se encuentra el protagonista desde el inicio al final de la película. El argumento es que el protagonista se encuentra en lo alto de un edificio con la intención de suicidarse. El argumento se desarrolla con la explicación del porqué él se encuentra así.
El fondo de la película trata la diferencia de argumentos entre creyentes y ateos. Al ser una película norteamericana y siendo el ateo el que se pretende suicidar, entendí que al final de la película aparecería la moraleja de que la moral del ateo le lleva a ese extremo. Pero, por sorpresa no es así. Al final de la película se deshace el golpe de efecto.
El vídeo que aporto es un fragmento de The ledge. Se trata de una de las conversaciones en las que se enfrentan ambos puntos de vista. Aunque es una conversación corta resume muchos de los argumentos a favor y en contra esgrimidos por ambas posiciones en cuanto a lo que es la fe. Este enfrentamiento se verá siempre reflejado incluso en el desenlace final.
Como podéis ver, sólo por lo que se aprecia en esta escena, es aconsejable ver la película. A unos les encantará y a otros no tanto, aunque creo todos estaréis de acuerdo conmigo en que no ha sido una pérdida de tiempo.

Hola Andrés
Es admirable la seguridad con la que el creyente en general, habla sobre lo que su dios dice, piensa, obra y desea, cuando en realidad no tiene absolutamente ninguna evidencia legítima. Creo que la mayor parte del tiempo puede resultar infructuoso discutir sobre un tema con un creyente, porque en primer lugar, siempre pretenden conocer la «mente de dios» y darte un sermón, haciéndote ver «lo equivocado que estás» (como en la escena de la película), a fin de cuentas cuando se trata de hablar de dios, es inadmisible que un ateo les vaya a ganar. En segundo lugar, cuando les contestas con argumentos racionales, tratan de defenderse a toda costa con lo que dice la Biblia (dizque pensamiento y palabra de dios). «Es que allí está toda la verdad», suelen repetir. Y por último, si sabes cómo dejar en evidencia sus sofismas y verborreas, si se ven acorraladas con un buen razonamiento planteado desde una óptica del libre pensamiento, laica, acaban cayendo rendidos ante los brazos del viejo argumento: la voluntad de dios es «un misterio» (contradiciendo su postura inicial de sabelotodo), para el cual no tenemos capacidad mental suficiente para poder entenderlo. «Es que dios obra de manera misteriora». «El hombre es demasiado inferior como para conocer los propósitos últimos de dios». Y muy probablemente acaben enojándose y asegurando que las personas incrédulas, como yo, nos iremos directito al infierno.
Como comentas al final, es un típico final.
Hola Norwin
Lo que escribes en el comentario es tal cual. Si vas leyendo las entradas a lo largo del blog encontrarás argumentos muy similares a los que expones.
Así es. Mira.
El deber de un creyente es asistir, en el caso de las iglesias cristianas que es nuestro caso, asistir a misa. Ceremonias de autoconfirmación de fe. Estoy seguro que la mayoría de los creyentes son como dices, pero también hay muchos que entienden que pueden tener «debilidad» en sus convicciones en cuanto se atrevan a preguntarse sobre aspectos concretos de su fe.
La misa es sentir que no están solos. Es sentir que hay otros que están igual de acertados e equivocados que ellos por lo que el instinto de «seguir a la masa» es con el que se vale la religión para tener controlados a sus seguidores. Podrás tener dudas. Pero parte de las dudas pueden desaparecer en cuanto veas que en la iglesia hay otras gentes que hacen lo mismo que tú. Es un ejercicio de autoconfirmación.
Al final queda la siguiente fórmula: Aprendido en la infancia + falta de análisis + seguidor de masas = creyente típico.
Gracias por tu comentarios Norwin