La excelsa periodista Isabel San Sebastián fue entrevistada por Jordi González en el programa La Noria de Tele 5 el pasado día 4 de Septiembre de 2010. En esa entrevista se tocaron diversos temas sobre política o sociedad. Sí me referiré a un punto que me llamó la atención y sí viene al caso tratar en este blog.
En días anteriores se dio la noticia la publicación de un nuevo libro del científico Stephen Hawking:
El científico británico Stephen Hawking afirma en su nuevo libro, The Grand Design (El Magnífico Diseño), que el Big Bang fue una consecuencia inevitable de las leyes de la física, que dios no creó el Universo y que las teorías científicas más actuales convierten en redundante la figura de un creador. El libro, del que el periódico británico The Times adelanta hoy algunos extractos, señala: «Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo crearse a sí mismo -y de hecho lo hizo- de la nada. La creación espontánea es la razón de que exista algo, de que exista el Universo, de que nosotros existamos». Por tanto, añade, «no es necesario invocar a dios» para que haya cosmos.
Referente al significado de esta noticia me referiré a Miguel de Unamuno, que escribió en Del sentimiento trágico de la vida esto:
Un día, hablando con un campesino, le propuse la hipótesis de que hubiese un dios que rige cielo y tierra, conciencia del universo, pero que no por eso sea el alma de cada hombre inmortal en el sentido tradicional y concreto, y me respondió: «Entonces, ¿para qué Dios?
El campesino de la cita deja en el mismo lugar donde acaban los lectores del último libro de Stephen Hawking. Y es que, si dios no es necesario para explicar el origen del Universo, si no garantiza la inmortalidad, ¿para qué es necesario? Unamuno se lo preguntará toda la vida. Y hará la pregunta, y de la búsqueda de la respuesta, su religión. Con los vaivenes que sean necesarios, ya que de la lectura de su obra se pueden extraer nociones contradictorias.
Si creo en dios, o, por lo menos, creo creer en él, es, ante todo, porque quiero que dios exista. Es cosa de corazón. Afirma en el ensayo Mi religión.
No voy a entrar a considerar, en esta entrada del blog si Stephen Hawking tiene o no razón (para mí es evidente). El motivo de esta entrada en el Blog es referente al comentario que la Sra. San Sebastián realizó en el mencionado programa de televisión. (Perdonen por bajar tanto en cuanto a la valía del protagonista, de Stephen Hawking a la sra. San Sebastián)
Isabel San Sebastián fue a promocionar su nueva novela Imperator, ambientada en el medievo (es evidente que ella continúa ahí). En un momento determinado le proponen un juego que suelen hacer semana tras semana sobre qué opinión tienen acerca de personajes y acontecimientos que son actualidad. Apareció una fotografía de Stephen Hawing y de Benedicto XVI y le pregunta qué le sugiere cada personaje.
La dicharachera invitada comentó:
Me parece muy arrogante afirmar científicamente que Dios no existe y que entre un científico y el Papa me quedo con Benedicto XVI porque el científico representa la ciencia y el Papa, la Fe. … Además, también estaba presuntamente comprobado que la tierra era cuadrada o era plana, ¿no? La ciencia evoluciona.
En la entrada ¿Como la fe puede cegar tanto? expongo lo que considero la diferencia entre: rezar (Fe) vs ciencia (Razón) actuando, en movimiento.
Es evidente que para esta destacada periodista el concepto evolucionar es algo malo y que tener fe y admitir las cosas sin razonamiento es lo válido. Lo dicho. Continúa en la Edad Media.
¿Stephen Hawking ha de investigar utilizando la Fe de la Sra. San Sebastián?

hay que respetar mas, todos podemos estar equivocados
Las personas son respetables. Las ideas no tienen por qué.