El pasado 15 de Diciembre el papa Francisco desató dudas entre los creyentes católicos.
Durante una aparición pública en la Plaza de San Pedro, el Papa trató de consolar a un niño que estaba triste por la muerte de su perro así que le dijo:
Un día vamos a ver de nuevo a nuestros animales en la eternidad de Cristo. El Paraíso está abierto a todas las criaturas de Dios
¿Esto implica que está de acuerdo que los perros (y otros animales) van al cielo?
No han tardado las organizaciones como Humane Society y la ONG Personas para el Tratamiento Ético de los Animales (PETA), que celebró el «cambio» en la teología católica, que enseña la historia de que los animales no pueden ir al cielo porque no tienen alma.
Si el Papa quería decir que todos los animales van al cielo, la implicación es que los animales tienen alma. Si esto es cierto, entonces deberíamos empezar a pensar seriamente acerca de cómo tratarlos. Debemos admitir que son seres que sienten y que significan algo para Dios
- Christine Gutleben, directora de contactos Humane Society, la mayor organización de protección animal en los Estados Unidos
Los teólogos vinculados al Vaticano explicaron que Francisco no tenía una doctrina de la afirmación. El debate sobre si los animales podían ir al cielo es muy antiguo. El Papa Pío IX (1846-1878), creador de la doctrina de la infalibilidad papal (en 1854), argumentó que los perros y otros animales tienen conciencia. Por lo tanto, trató de evitar una división italiana con la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.
En la década de 1990, el Papa Juan Pablo II proclamó que los animales tienen alma y “están tan cerca de Dios como el hombre”. Su reemplazo, Benedicto XVI, rechazó este punto de vista en un sermón de 2008, cuando dijo que al morir un animal “significa el final de su existencia en la tierra”. Así, Francisco contradice su predecesor, una vez más, volviendo al argumento de 20 años mostrando cómo el Vaticano puede cambiar de opinión con el tiempo.
Perros santos
Ahora le pregunto al Papa Francisco:
- Si los animales no van al cielo…. ¿Por qué miente al niño? ¿Acaso le miente como al resto de sus creyentes diciéndoles que van a vivir hasta el infinito y más allá?
- Si los animales van al cielo… ¿Todos los animales? Los perros parece que usted dice que van al cielo, pero ¿y los gatos? Son más esquivos pero ¿irán? ¿Y los caballos? Son muy bonitos… ¿Y las serpientes? ¿Si, no? ¿Las serpientes también?
- Y Francisco… ¿Irán los mosquitos? ¿Y las hormigas, pulgas, escarabajos, mariposas (estos seguro que no)? ¿Irán las tenias? ¿Y las bacterias y todo organismo unicelular? ¿Dónde está la linea de admisión celeste? ¿Existe esa línea de admisión?
- ¿No cree Papa Francisco que es una visión del mundo muy egocéntrica? ¿Quizás sólo crea que se salvan aquellos animalitos que nos llega al corazón con sus gestos y sus movimientos de rabo?

No les deis más vueltas: los animales no tienen alma, y ningún Papa ha dicho lo contario.
Basta de coger el rábano por las hojas….
Si a mi no me tiene que convencer. Yo sé que no tienen alma ni los animales ni las personas, por supuesto en esa alma transcendente.
Lo que destaco del artículo es que si el papa Francisco «sabe» que los animales no tienen alma. ¿Por qué dice al niño que algún día se encontrará con su perro en la eternidad de Cristo?
Si entiende el papa que el perro no tiene alma ¿Por qué miente al niño? ¿Para consolarlo? Seguro que si y tiene su lado tierno. La religión es la mentira que desean escuchar los que no asumen la realidad.
Saludos José
Lo más seguro es que la mayoría de creyentes piense que los animales no tienen alma, si no es así, cómo se justifican los miles de desafortunados sacrificados en el Templo de Jerusalén (y en muchos otros lugares de culto). Si tuvieran alma, su Creador reflejaría una mente enfermiza y sádica que los creó únicamente para pedirle a su especie favorita, los humanos, que los sacrificaran en su santo nombre.