Quise escribir esta entrada hace unos días pero preferí esperar a que se desarrollaran los acontecimientos.
El día 22 del presente coincidieron tres noticias.
Las tres relacionadas con musulmanes, la cultura islámica y más concretamente, con su religión.
- Mohamed Merah. Terrorista protagonista en la matanza en el colegio judío
- Imán de Tarrasa. «¡Amonestad a las que temáis que se rebelen!¡Pegadlas!»
- Imad. Un joven de 23 años, encarcelado por tener un sex-shop en Marruecos
Ya he dedicado varias entradas al Islam. Y esta no será la última. Si no la trato en más entradas es sólo porque conozco mucho más el cristianismo y más en concreto, el catolicismo.
Pero se puede observar cómo la irracionalidad conducida magistralmente por una religión conlleva a actos del todo reprobables. Ya se que me diréis que Mohamed Merah es un terrorista y que la interpretación que hace del islam es errónea y que el Corán es un libro lleno de amor y sin odio.
Por otro lado me diréis que la mayoría de los musulmanes son buena gente y recriminan estas acciones. (Todo muy políticamente correcto)
¿Cuántas veces hemos oído esto?
Lo que ha hecho este terrorista es leer el Corán e interpretarlo tal y como está escrito: sólo hace lo que le dice «Alá». Que otros lo interpreten de otra forma es sólo cuestión de elegir las sharias adecuadas. Como en la Biblia.
Lo único que diferencia a estos de los cristianos que se admiran de la crueldad de estos terroristas es el tiempo. Los islamistas yihadistas sólo están en nuestra Edad Media religiosa. ¿Y qué es lo que hace que nosotros no estemos enfrentados con «locos» cristianos que disparen a los colegios judíos? Pues el tiempo transcurrido que sirvió que valores humanistas inundaran las bases del pensamiento social haciendo rectificar una y otra vez los valores religiosos occidentales. Sólo eso.
En esta entrada he aportado al inicio unos links para que conozcan los acontecimiento por si no han oído las noticias o, con el tiempo, las han olvidado. Así lo que no voy a hacer, y no lo pretendo en este blog, es convertirlo en un diario de noticias. Sólo aporto lo acontecido para reflexionar.
Pero como he mencionado, este día aparecieron dos acontecimiento más.
Un Imán en la localidad española de Tarrasa profirió en sus sermones en la mezquita una serie de mensajes vejatorios hacia las mujeres. Este «prohombre» animaba a la violencia física de los maridos hacia sus mujeres y daba instrucciones al respecto.
Por otro lado está la noticia de un joven de 23 años llamado Imad que se le ha encarcelado por vender desde su domicilio artículos que proporcionan placer sexual, es decir, había convertido su domicilio en un sex-shop. Su éxito fue su perdición. Su perdición en una país como Marruecos.
Expuestas estas tres noticias de una manera resumida (pueden verlas ampliadas en los links aportados), ahora me gustaría volver a la reflexión que hice anteriormente sobre la distancia en el tiempo… A la vez podremos comprobar que ciertos personajes de nuestra sociedad puede estar de acuerdo con lo ocurrido.
Mohamed Merah y otros…
Damos por hecho que la primera noticia: Mohamed Merah, el terrorista. Mohamed Merah el asesino. Muy pocos cristianos podrían pensar en hacer algo similar, muy pocos podrían tener como meta el atacar un colegio para ocasionar una matanza o volar un edificio con cargas explosivas atadas en la cintura. Pero no olvidemos que alguno ha secuestrado aviones en nombre de Dios.
La segunda noticia: El imán de Tarrasa anima a golpear a las mujeres. Aunque felizmente esto tampoco es algo que lo pregonen los curas o predicadores de turno, lo que sí es cierto es que larvado en la sociedad cristiana la sensación de que las mujeres son educadas para atender a la casa y el hombre el que provea. Si esto ha mejorado no es por la religión, sino por el cambio social que «obliga» a las confesiones cristianas a ir reculando en sus «influencias».
La tercera noticia: El sex-shop de Imad. Ya creo que estaremos de acuerdo que muchos cristianos verían que la acción amoral de este joven es recriminable. ¿Carcel? Algunos dirían que si, pero muchos de los que puedan recriminar la venta de estos productos sí verían con buenos ojos la prohibición de su venta.
Que conste que estas valoraciones no insinúo que ocurra en la población mayoritariamente cristiana. Pero sí son del todo imaginables en cristianos más «comprometidos» con su religión y sus dogmas.
En la entrada Richard Dawkins – Documentales inserté dos vídeos donde se evidencia que hay «gente p’a tó! Mohamed Merah era el brazo ejecutor de una educación religiosa llevada al extremo.
¡Ah! Y me uno a Pilar Rahola… «Tiene el cerebro carcomido por una ideología fanática que no es piadosa, sino perversa»
