Estos días estoy dando algo más de espacio en mi blog al laicismo. ¿Por qué? Porque es justo. No se me ocurre otra cuestión más justa que esta en cuanto a la relación de la Iglesia y el Estado. Estado entendido en cuanto a la convivencia de ciudadanos individuales que han de vivir en comunidad.
¿Hay algo más justo que decir que el que tenga una confesión determinada sea él mismo quien la sufraga y no otros que no creen como él? Sé que se me va a cuestionar esto no por la base como tal sino se me dirá que en España la mayoría son católicos y, por tanto, ajo y agua.
No es así. Hay cuestiones que las rige la mayoría, evidente. Pero otra se entiende como compromiso social de tutela por parte del Estado sobre unas bases mínimas de convivencia. Ejemplo:
Seguramente la mayoría entendería que se aplicara la pena de muerte ante ciertos tipos de asesinatos. Sin embargo, el Estado está por encima de esa mayoría ciudadana y entiende que ha de imponer unas bases morales mínimas de comportamiento. La religión, por mucha constitución que sea interpretada como se desee, es una de esas cuestiones.
El caso es que yo soy ciudadano español. Sé que la Iglesia no paga el Impuesto de Bienes Inmuebles, el popular IBI. Automáticamente los círculos católicos añaden que tampoco pagan IBI otra serie de instituciones como los Sindicatos, etc… Señores. Soy partidario de que paguen todos, repito, TODOS. Pero permítanme que en un blog ateo me centre en lo que me tengo que centrar. De todas formas el que otros tengan ese mismo privilegio no exime a la Iglesia de que lo debería perder.
La Iglesia Católica ha de ser sufragada por los propios creyentes. ¿Tan difícil es de entender eso?
Alguien muere y dona a la Iglesia su casa. Nada que objetar. Pero ¿porqué no ha de pagar IBI esa casa que hasta ese momento sí lo hacía y ahora se dedicará a alquiler? ¿Qué razón de culto existe para que no pague la Iglesia como cualquier hijo de vecino si, además, lo dedica para lucrarse?
¿Otro ejemplo flagrante?
La Mezquita de Córdoba: Con la Iglesia hemos topado
La Mezquita de Córdoba fue construida entre los años 780 y 785 por Abderramán I. Está declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Doce siglos después, el 2 de marzo de 2006, la Iglesia Católica inscribió el inmueble a su nombre:
Registro de la propiedad número cuatro de Córdoba: tomo 2381, libro 155, folio 198
El trámite costó apenas 30 euros. Tal robo fue posible por dos milagros.
- José María Aznar cambió la ley hipotecaria en 1998 para permitir a la Iglesia apropiarse de edificios de dominio público, aunque sean patrimonio de todos los españoles: basta con que el señor obispo dé fe y certifique que pertenecen a la Iglesia, sin necesidad de notario.
- Disponer de un edificio de 23.400 metros en pleno centro de Córdoba le sale gratis a la Iglesia: no paga el IBI y tampoco se ocupa de los gastos de conservación. La entrada en la Mezquita de Córdoba cuesta 8 euros por persona; al año recibe más de un millón de visitantes. El dinero recaudado no paga impuestos: se considera un donativo y, como tal, está exento de tributación.
El obispado de Córdoba dispone de la Mezquita a su absoluta voluntad. También decide quién puede trabajar en ella como guía y quién no. Sin embargo, los gastos de restauración y conservación no los paga la Iglesia. ¿Quién los paga?
Los PAGA el Estado
Desde 1998, la Iglesia ha inscrito a su nombre cientos de edificios, muchos de ellos financiados por los vecinos de cada pueblo o ciudad. Y Zapatero no cambió la ley en ocho años. Rubalcaba prometió reformarla en su programa electoral. Es improbable que tal abuso lo vaya a eliminar el PP pero, con algo de suerte, tal vez la Unión Europea obligue al Gobierno a cobrar el IBI a la Iglesia, igual que ha hecho con Italia. No es poco dinero: este privilegio medieval nos cuesta 3.000 millones de euros al año, ¡una décima parte del déficit que le falta por recortar a Rajoy!
Sancho, amigo mío… ¡Con la Iglesia hemos topado!

Interesante escrito sobre el papel que juega la Iglesia Católica Española en el provecho de los edificios públicos que los gobernantes, a través de las leyes de ese país, le han permitido. Me parece sumamente injusto y te doy todo el peso de la razón cuando denuncias que todo ciudadano español, crea o no en esa iglesia, tiene la obligación fiscal de pagar un impuesto a favor de ella. Y más absurdo aún, que se le exente de los mismos cuando ésta es la propietaria.
En cuanto a lo de que la mayoría, lamentablemente, sean católicos, creo que no es un buen argumento, ya que en situaciones cotidianas tan simples como pretender ir al cine a ver una película, aunque muchos quieran ir verla, solamente pueden entrar los que paguen. De tal manera que no hay ninguna razón lógica para que quien no profese un credo, sea obligado a financiarlo .
Hola Norwin
Es que la cosa no acaba ahí. Iré aportando diversos artículos en los que la Iglesia católica española goza de unos privilegios tales que desembocan en situaciones de una injusticia fuera de toda lógica.
Hace unos meses desapareció de la catedral de Santiago de Compostela el Códice Calixtino. Una obra de gran valor histórico y artístico. Meses después se capturó al culpable. Lo gracioso del tema es que el ladrón del Códice era un trabajador que realizaba labores de reparación esporádicas en la citada catedral. Y no sólo robó el libro sino que se supone robó alrededor de 1.000.000 € de lo que dejaban los fieles en los cepillos del templo, sin que se dieran cuenta los responsables de la catedral. 1.000.000 de euros ¡¡¡Y NO SE DIERON CUENTA!!! ¡Qué no recaudan estos señores y todo en dinero B!
España, como seguramente estarás al tanto, está pasando una etapa difícil en la economía, sin embargo, no hay ni un solo recorte a la Iglesia, NADA. Y cuando se la toca utiliza la técnica del «Y tú más» Es inaudito que esta situación continúe y es algo a lo que he de divulgar si mis deseos es conseguir un lugar mejor PARA TODOS.
Por todo lo que comentas, al parecer cuando se trata de negocios, la Iglesia Católica no tiene ningún tipo de escrúpulos, por algo dicen que Nicolás Maquiavelo se inspiró en el Cardenal César Borgia para escribir «El Príncipe». Ya admítanlo, son una empresa con fines de lucro que prometen una vida futura que nunca llegará mientras tratan de sacar el mayor provecho económico y material en un «mundo terrenal», que, a su vez, desprecian con frecuencia en el púlpito.
Con solo que no le diera el Estado español a la iglesia ningún centavo en materia de impuestos y que cada «servicio» no religioso que prestara (como acceder a catedrales) ya habría una rebaja en la carga fiscal española. Pero están aferrados como una sangüijuela, supongo que solamente desde la UE se podrá impedir estos abusos y chillarán que se les está despreciando.
Hola Kurono
Es un placer volver a encontrarte por estos lares.
No en vano el interés general sería un Estado laico en el que cada confesión fuera sustentada por sus creyentes. Pero algo tan simple y tan justo desde luego que encontrará feroces ataques desde la Iglesia Católica. Porque esos significa renunciar a innumerables privilegios de todo tipo, los económicos entre ellos.
De todas formas la culpa no es de ellos, defienden sus intereses aunque no cuadre eso mucho con las enseñanzas de Jesucristo en cuanto a la expulsión de los mercaderes del Templo, el problema está en que no hay políticos que tengan la voluntad de aplicar lo justo. Hay mucho poder aún en la Puta de Babilonia. No lo olvidemos.
Saludos Kurono