Otra historia de la Biblia cruel, vil y sin respeto por el hombre.
Y dijo Moisés a Josué:-Escoge a algunos hombres y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre del collado con la vara de Dios en mi mano. Josué hizo como le dijo Moisés y salió a pelear contra Amalec. Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel vencía; pero cuando él bajaba su mano, vencía Amalec. Como las manos de Moisés se cansaban, tomaron una piedra y la pusieron debajo de él. Moisés se sentó sobre ella, mientras Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro; así se mantuvieron firmes sus manos hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.Entonces Jehová dijo a Moisés:
-Escribe esto para que sea recordado en un libro, y di a Josué que borraré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.
- Éxodo 17:8-14
Os imagináis que si pongo los brazos arriba…. ganan unos. Que si los pongo abajo… ganan otros. ¡Que se me cansan los brazos! ¿Esto hay que tomarlo en serio?
Pero es que Dios no es nada justo. En vez de dejar en buena lid ambos grupos y que gane el mejor… Pues no. Ahí están haciendo trampa… La ética de la trampa.
Pasemos a una historia de las más conocida en la Biblia: la de Job.
Para ellos incorporo esta situación:
Entablas conversación con el vecino de tu casa y te ve con tu perrito. Fiel como ninguno.
Tu vecino te dice que es muy manso pero que no cree que te sea tan fiel. A partir de entonces le vas demostrando a tu vecino el grado de fidelidad de tu perro. ¿Cómo? Pues le pinchas con agujas, le quemas las patas, le pones comida medio envenenada, le cortas la cola… Le haces «perrerías» y tu perro sigue a tu lado mirándote con grandes ojos pidiendo explicaciones pero lamiendo tus pies.
Tu vecino te da un apretón de manos y los dos sonrientes y tu presumiento de perrito…
Eso sí, luego le das unas palmaditas al perrito y le das doble de comida para recompensarle… «¡Buen perrito, buen perrito!»
¿Y esta historia? Pues os pongo ahora una paralela. Leedla despacio y, por favor, imaginad que el que está hablando es un ser con infinita bondad. ¿Os cuadra?
Había en el país de Uz un hombre llamado Job. Era un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Le habían nacido siete hijos y tres hijas.
Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y muchísimos criados. Era el hombre más importante de todos los orientales.
Sus hijos celebraban banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellos.
Y sucedía que una vez pasados los días de turno, Job los hacía venir y los santificaba. Se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: «Quizá habrán pecado mis hijos y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones». Esto mismo hacía cada vez.
Un día acudieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, y entre ellos vino también Satanás.
Dijo Jehová a Satanás:
-¿De dónde vienes?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
-De rodear la tierra y andar por ella.
Jehová dijo a Satanás:
-¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
AQUÍ quiero detenerme un momento. ¿Os dais cuenta que es Dios el que incita a Satanás a apostar y hacer las pruebas de fidelidad de Job?¿Qué pretende?¿Vanagloriarse?
Continuamos:
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:-¿Acaso teme Job a Dios de balde?¿No le has rodeado de tu protección, a él y a su casa y a todo lo que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido, y por eso sus bienes han aumentado sobre la tierra.Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que posee, y verás si no blasfema contra ti en tu propia presencia.Dijo Jehová a Satanás:
-Todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él.
Y salió Satanás de delante de Jehová.
Un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, y vino un mensajero a Job y le dijo:
-Estaban arando los bueyes y las asnas pacían cerca de ellos; de pronto nos asaltaron los sabeos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Solamente escapé yo para darte la noticia.
Aún estaba este hablando, cuando vino otro, que dijo:
-Fuego de Dios cayó del cielo y quemó a ovejas y a pastores, y los consumió. Solamente escapé yo para darte la noticia.
Aún estaba este hablando, cuando vino otro, que dijo:
-Tres escuadrones de caldeos arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Solamente escapé yo para darte la noticia.
Entre tanto que este hablaba, vino otro, que dijo:
-Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito, cuando un gran viento se levantó del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron. Solamente escapé yo para darte la noticia.
Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró y dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!»
En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
- Job 1:1-22
Es que no es con tu vecino con el que haces esas apuestas, ¡es con tu peor enemigo!
Continuamos:
Otro día acudieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, y entre ellos vino también Satanás para presentarse delante de Jehová.Dijo Jehová a Satanás:-¿De dónde vienes?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
-De rodear la tierra y andar por ella.
Jehová dijo a Satanás:
-¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? ¡Todavía mantiene su integridad, a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa!
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
-Piel por piel, todo lo que el hombre tiene lo dará por su vida.
Pero extiende tu mano, toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Dijo Jehová a Satanás:
-Él está en tus manos; pero guarda su vida.
Salió entonces Satanás de la presencia de Jehová e hirió a Job con una llaga maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Y Job, sentado en medio de ceniza, tomaba un trozo de tiesto y se rascaba con él.
Entonces le dijo su mujer:
-¿Aún te mantienes en tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!
Él le dijo:
-Como suele hablar cualquier mujer insensata, así has hablado. ¿Pues qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.Tres amigos de Job, Elifaz, el temanita, Bildad, el suhita, y Zofar, el naamatita, al enterarse de todo este mal que le había sobrevenido, llegaron cada uno de su tierra, habiendo acordado venir juntos a condolerse con él y a consolarlo.
- Job 2:1-11
A partir de aquí hay una serie de lamentaciones de Job y comentarios de sus amigos.
Tras esto, acaba la historia de Job así:
Cuando Job hubo orado por sus amigos, Jehová le quitó la aflicción; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. Todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que antes lo habían conocido vinieron a él y comieron pan con él en su casa. Se condolieron de él, lo consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él y cada uno le dio una moneda de plata y un anillo de oro.Jehová bendijo el postrer estado de Job más que el primero, porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.
También tuvo siete hijos y tres hijas.
A la primera le puso por nombre Jemima; a la segunda, Cesia, y a la tercera, Keren-hapuc.
Y no había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, a las que su padre dio herencia entre sus hermanos.
Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
Job murió muy anciano, colmado de días.
- Job 42:10-17
Así que parece que acaban bien el asunto. ¡Enhorabuena! Pero ¿Se lo preguntamos a los hijos asesinados por Dios al hacerse el gallito? No pasa nada. Todos somos propiedad del Dios Padre. Unos cuantos más o menos da igual. ¿no?.
