¿Qué trato da Dios a la mujer en la Biblia?
Podemos encontrar una pista desde las primeras palabras del librote.
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente- Génesis 2:7
Esto lo dice en primer lugar. ¿Cuando aparece la mujer?
De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.Dijo entonces Adán:“¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Será llamada “Mujer”, porque del hombre fue tomada”.
- Génesis 2:22-23
Hasta el versículo 22 no aparece mencionada la mujer y, como vemos, vinculada a la existencia del hombre.
Por supuesto que la banalización y el determinismo de que la mujer es solo un objeto sexual y de intercambio en la sociedad bíblica se muestra continuamente a lo largo de sus páginas.
Matad, pues, ahora a todos los niños varones; matad también a toda mujer que haya tenido relaciones carnales con un hombre.Pero dejaréis con vida a todas las niñas entre las mujeres que no hayan conocido hombre.- Números 31:17-18
Otro ejemplo:
Así que la congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y los mandaron, diciendo:”Id y pasad a filo de espada a los que viven en Jabes-galaad, con las mujeres y los niños. Pero haréis de esta manera: mataréis a todo hombre y a toda mujer que haya conocido ayuntamiento de varón”.Entre los que habitaban en Jabes-galaad hallaron cuatrocientas doncellas que no habían conocido varón, y las trajeron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.
- Jueces 21:10-12
Y otro:
Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén.La ciudad será tomada, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres.La mitad de la ciudad irá al cautiverio, pero el resto del pueblo no será sacado de la ciudad.
- Zacarías 14:2
¿Y como amenaza Dios a aquellos que no sigan sus mandatos?
Te desposarás con una mujer y otro hombre dormirá con ella; edificarás una casa y no habitarás en ella; plantarás una viña y no la disfrutarás.- Deuteronomio 28:30
Para castigar a David por un doble delito grave, ni lo tocó, sin embargo:
Así ha dicho Jehová: “Yo haré que de tu misma casa se alce el mal contra ti. Tomaré a tus mujeres delante de tus ojos y las entregaré a tu prójimo, el cual se acostará con ellas a la luz del sol.- 2 Samuel 12:11
Los israelitas de Moisés masacraron a los madianitas por orden de Dios por idolatría y esto pasó al repartirse el botín de guerra:
Jehová habló a Moisés y le dijo:”Sacad la cuenta del botín que se ha hecho, tanto de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la congregación.Luego partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra y toda la congregación.
Apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; uno por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos como de las ovejas.
De la mitad de ellos lo tomarás, y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Jehová.
De la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, de las personas, los bueyes, los asnos, las ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen el cuidado del tabernáculo de Jehová”.
Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como Jehová mandó a Moisés.
El total del botín, sin contar lo que tomaron los hombres de guerra fue de seiscientas setenta y cinco mil ovejas, setenta y dos mil bueyes y sesenta y un mil asnos.
En cuanto a las personas, las mujeres que no habían conocido hombre eran por todas treinta y dos mil.
La mitad correspondiente a la parte de los que habían salido a la guerra sumó trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas y el tributo de las ovejas para Jehová fue de seiscientas setenta y cinco.
De los bueyes: treinta y seis mil; y de ellos el tributo para Jehová fue de setenta y dos.
De los asnos: treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová fue de sesenta y uno.
De las personas: dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová fue de treinta y dos personas.
- Números 31:25-40
Salen las cuentas. Las vírgenes fueron 32.000. Y, de las personas, la mitad son 16.000 y el tributo para Jehová fueron 32. ¿Qué hizo Jehová con esas 32 vírgenes?
Además siempre me he preguntado cómo sabían si una mujer era virgen o no…. ¿se ponían a buscar a cada una de las mujeres si tenían o no himen? ¡Vaya!
Matad, pues, ahora a todos los niños varones; matad también a toda mujer que haya tenido relaciones carnales con un hombre.Pero dejaréis con vida a todas las niñas entre las mujeres que no hayan conocido hombre.- Números 31:17-18
Buena gente, sí señor.
Pero Dios no era cruel, nada de eso. Él tuvo en cuenta las circunstancias de la guerra y formuló unas normas:
Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y Jehová, tu Dios, los entregue en tus manos y tomes algunos cautivos, si ves entre ellos una mujer hermosa, y la codicias y la tomas para ti por mujer, la meterás en tu casa. Ella se rapará la cabeza y se cortará las uñas, se quitará el vestido de cautiva y se quedará en tu casa llorando a su padre y a su madre un mes entero. Después podrás llegarte a ella; tú serás su marido y ella será tu mujer.Si después resulta que no te agrada, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.- Deuteronomio 21:10-14
Estoy que se me rompe el corazón con esta muestra de bondad por parte de este Dios. Pone normas a la que está predestinada a ser la prostituta del asesino de su familia.
Ahora otra bonita historia de David:
Por entonces murió Samuel. Todo Israel se congregó para llorarlo y lo sepultaron en su casa, en Ramá. Entonces se levantó David y se fue al desierto de Parán.
En Maón había un hombre que tenía su hacienda en Carmel. Era muy rico, tenía tres mil ovejas y mil cabras, y estaba esquilando sus ovejas en Carmel.
Aquel hombre se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Aquella mujer era de buen entendimiento y hermosa apariencia, pero el hombre era rudo y de mala conducta; era del linaje de Caleb.
Supo David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas.
Entonces envió David diez jóvenes y les dijo: «Subid al Carmel e id a Nabal; saludadlo en mi nombre y decidle: “Paz a ti, a tu familia, y paz a todo cuanto tienes.
He sabido que tienes esquiladores. Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros; no los tratamos mal ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en Carmel.
Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia a tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tengas a mano a tus siervos y a tu hijo David”.
Los jóvenes enviados por David fueron y dijeron a Nabal todas estas cosas en nombre de David, y callaron.
Pero Nabal respondió a los jóvenes enviados por David:
-¿Quién es David, quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores, y darla a hombres que no sé de dónde son?
Los jóvenes que había enviado David, dando media vuelta, tomaron el camino de regreso. Cuando llegaron a donde estaba David, le dijeron todas estas cosas.
Entonces David dijo a sus hombres: “Cíñase cada uno su espada”.
Cada uno se ciñó su espada y también David se ciñó la suya. Subieron tras David unos cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje.Pero uno de los criados avisó a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: “Mira que David ha enviado mensajeros del desierto para saludar a nuestro amo, y él los ha despreciado.Aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros, y cuando estábamos en el campo nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos.Muro fueron para nosotros de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas.Ahora, pues, reflexiona y mira lo que has de hacer, porque ya está decidida la ruina de nuestro amo y de toda su casa; pues él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle”.
Tomó Abigail a toda prisa doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo sobre unos asnos.Luego dijo a sus criados:
“Id delante de mí, y yo os seguiré luego”.
Pero nada declaró a su marido Nabal.Montada en un asno, descendió por una parte secreta del monte, mientras David y sus hombres venían en dirección a ella; y ella les salió al encuentro.
David había comentado: “Ciertamente en vano he guardado en el desierto todo lo que este hombre tiene, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha devuelto mal por bien.Traiga Dios sobre los enemigos de David el peor de los castigos, que de aquí a mañana no he de dejar con vida ni a uno solo de los que están con él”.
Cuando Abigail vio a David, se bajó en seguida del asno; inclinándose ante David, se postró en tierra, y echándose a sus pies le dijo:
-¡Que caiga sobre mí el pecado!, señor mío, pero te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva.No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y la insensatez lo acompaña; pero yo, tu sierva, no vi a los jóvenes que tú enviaste.Ahora pues, señor mío, ¡vive Jehová, y vive tu alma!, que Jehová te ha impedido venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran el mal contra mi señor.En cuanto a este presente que tu sierva te ha traído, que sea dado a los hombres que siguen a mi señor. Te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová hará de cierto una casa perdurable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y no vendrá mal sobre ti en todos tus días.Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será atada al haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, mientras que él arrojará las vidas de tus enemigos como quien las tira con el cuenco de una honda.Cuando Jehová haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca como príncipe sobre Israel, entonces, señor mío, no tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado con tu propia mano. Guárdese, pues, mi señor, y cuando Jehová haya favorecido a mi señor, acuérdate de tu sierva.
¡Cómo era la tía!. Traiciona a su marido, y conociendo los planes de Dios con David le dice que se acuerde de ella…
Entonces David dijo a Abigail:
-Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontraras.
Bendito sea tu razonamiento y bendita tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi propia mano.
Porque, ¡vive Jehová, Dios de Israel!, que me ha impedido hacerte mal, que de no haberte dado prisa en venir a mi encuentro, mañana por la mañana no le habría quedado con vida a Nabal ni un solo hombre.
David recibió de sus manos lo que le había traído, y le dijo:
-Sube en paz a tu casa, pues he escuchado tu petición y te la he concedido.
Cuando Abigail volvió adonde estaba Nabal, este estaba celebrando en su casa un banquete como de rey. Nabal estaba alegre y completamente ebrio, por lo cual ella no le dijo absolutamente nada hasta el día siguiente.Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le contó su mujer estas cosas; entonces se le apretó el corazón en el pecho, y se quedó como una piedra.Diez días después, Jehová hirió a Nabal, y este murió.Luego de oír David que Nabal había muerto, dijo:
“Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de la afrenta que recibí de manos de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo. Jehová ha hecho caer la maldad de Nabal sobre su propia cabeza”.
Después mandó David a decir a Abigail que quería tomarla por mujer.Los siervos de David se presentaron ante Abigail en Carmel y le hablaron diciendo:
-David nos envía para tomarte por mujer.
Ella se levantó, se postró rostro en tierra, y dijo:
-Aquí tienes a tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor.
Se levantó luego Abigail y, acompañada de las cinco doncellas que la servían, montó en un asno, siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.
Así que una vez muerto su marido no dudó de ir ya hacia David para ser su esposa. Esto si es una buena pieza. Una lección de honestidad. Así mismo, David, empieza a admitir a una serie de esposas en su lecho.
También tomó David a Ahinoam de Jezreel, y ambas fueron sus mujeres. Porque Saúl había dado a su hija Mical, mujer de David, a Palti hijo de Lais, que era de Galim.- 1 Samuel 25:1-44
Así que en esta enseñanza bíblica se nos muestra todo un ejemplo moral. En hipocresía porque como resultaba muy mal que David masacrase a Nabal, Dios tomó la responsabilidad y mató a Nabal. Se lleva a su cama a la viuda con toda la fortuna de Nabal.
Moraleja: Para parecer honesto es mejor que otro te haga el trabajo sucio.
De nuevo unos versículos donde David hace lo único que sabe, comportarse como su Dios. Y lo veremos prontamente. Hay una única observación final donde parece que Dios pone algo de cordura, pero solo es eso… un parece.
Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, junto a sus siervos y a todo Israel, y ellos derrotaron a los amonitas y sitiaron a Rabá, mientras David se quedó en Jerusalén.
Un día, al caer la tarde, se levantó David de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: “Aquella es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, el heteo”».Envió David mensajeros que la trajeran, y la tomó; cuando llegó, él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y regresó a su casa.
La mujer concibió y mandó a decir a David: “Estoy encinta”. Entonces David envió a decir a Joab: “Envíame a Urías, el heteo”. Y Joab envió a Urías a David.Cuando Urías llegó ante él, David le preguntó por la salud de Joab, por la salud del pueblo y por la marcha de la guerra.Después dijo David a Urías: “Desciende a tu casa, y lava tus pies”.
Cuando Urías salió de la casa del rey, le enviaron un presente de la mesa real.Pero Urías durmió a la puerta de la casa del rey, con todos los guardias de su señor, y no descendió a su casa.Le hicieron saber esto a David diciendo: «Urías no ha descendido a su casa». Entonces David dijo a Urías:
-¿Acaso no vienes de viaje? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu casa?
Urías respondió a David:
-El Arca, Israel y Judá habitan bajo tiendas; mi señor Joab y los siervos de mi señor, en el campo; ¿cómo iba yo a entrar en mi casa para comer y beber, y dormir con mi mujer? ¡Por vida tuya y por vida de tu alma, nunca haré tal cosa!
David dijo entonces a Urías:
-Quédate aquí hoy también, y mañana te despediré.
Se quedó Urías aquel día y el siguiente en Jerusalén.David lo convidó a comer y a beber con él hasta embriagarlo. Por la tarde salió a dormir en su cama, junto a los guardias de su señor; pero no descendió a su casa.
A la mañana siguiente, escribió David una carta a Joab, la cual envió por mano de Urías.En ella decía: “Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y alejaos de él, para que sea herido y muera”.
Así, cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes.Salieron los de la ciudad y pelearon contra Joab; cayeron algunos del ejército de los siervos de David, y murió también Urías, el heteo.
Entonces Joab mandó a comunicar a David todos los asuntos de la guerra.Y dio esta orden al mensajero: «Cuando acabes de contar al rey todos los asuntos de la guerra, si el rey comienza a enojarse, y te dice: “¿Por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para combatir? ¿No sabíais lo que suelen tirar desde el muro?¿Quién hirió a Abimelec hijo de Jerobaal? ¿No arrojó una mujer desde el muro un pedazo de rueda de molino, y murió él en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto al muro?” Entonces tú le dirás: “También tu siervo Urías, el heteo, ha muerto”.
Partió el mensajero y, al llegar, contó a David todo aquello que Joab le había mandado.Dijo el mensajero a David:
-Pudieron más que nosotros los hombres que salieron al campo en contra nuestra, bien que les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta; pero los flecheros tiraron contra tus siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey; también murió tu siervo Urías, el heteo.
David respondió al mensajero:
-Así dirás a Joab: “No tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas”. Y tú aliéntale.
Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por él.Pasado el luto, envió David por ella, la trajo a su casa y la hizo su mujer; ella le dio a luz un hijo. Pero esto que David había hecho fue desagradable ante los ojos de Jehová”.
- 2 Samuel 11:1-27
Analizad estos versículos anteriores. Mientras que el ejército se enfrenta a muerte, él no va y, tranquilamente se dedica a fijarse en las mujeres que le rodea y, no desaprovecha la oportunidad. A pesar de ser una esposa de uno de sus oficiales. Se acostó con ella y la dejó embarazada.
Y aquí una trama de auténtico amoral. Llama al marido y le da un permiso para que al estar con su mujer se piense que el hijo que tendrá es suyo. Como el marido tiene un concepto militar, de compañerismo del deber que está tan por encima de David, este prefiere quedarse en el frente. Al pasar el tiempo la estrategia de David se desmorona y entonces no se le ocurre otra cosa que la de hacer que desaparezca. ¿Como? Pues le envía al frente y le pone en una misión cuyo éxito es complicado.
Como dije al principio, parece que Dios tiene una mínima capacidad de discernir lo que es ético o no. Y parece que se enfada con el comportamiento de su protegido. Pero… Analicemos.
Ley de Dios:
Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.- Levítico 20:10
Así que, con esta ley, David y la mujer debieran ser muertos. ¿Creéis que pasó esto? Para nada. Lo que continúa es esclarecedor:
Entonces dijo Natán a David:
-Tú eres ese hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey de Israel y te libré de manos de Saúl, te entregué la casa de tu señor y puse en tus brazos a sus mujeres; además te di la casa de Israel y de Judá; y como si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. ¿Por qué, pues, has tenido en poco la palabra de Jehová, y hecho lo malo delante de sus ojos? A Urías, el heteo, lo mataste a espada y tomaste a su esposa como mujer. Sí, a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste y tomaste la mujer de Urías, el heteo, para que fuera tu mujer”. Así ha dicho Jehová: “Yo haré que de tu misma casa se alce el mal contra ti. Tomaré a tus mujeres delante de tus ojos y las entregaré a tu prójimo, el cual se acostará con ellas a la luz del sol. Porque tú lo hiciste en secreto; pero yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol”.
Como vemos vuelve el Dios que nos tiene habituado. En vez de asesinar a su protegido, como dicen sus leyes, la pena la pagan otros. En este caso “sus mujeres” y, como si fueran ganado, las cambia de dueño para que sean “montadas” en público. Este Dios sorprende, cada vez más, con su infinita bondad
Entonces dijo David a Natán:
-Pequé contra Jehová.
Natán dijo a David:
-También Jehová ha perdonado tu pecado; no morirás.
Pero, por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido, ciertamente morirá.
¿Lo veis? Mientras que en otros casos monta guerras o destruye ciudades, para David, lo toma con sus mujeres y con el niño que, ¡vaya culpa que tiene de las acciones de su padre!
Y Natán se fue a su casa.
Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente.
Entonces David rogó a Dios por el niño; ayunó David, se retiró y se pasó la noche acostado en tierra.Los ancianos de su casa fueron a rogarle que se levantara del suelo, pero él no quiso, ni comió nada con ellos.
Al séptimo día murió el niño. Los siervos de David temían hacerle saber que el niño había muerto, comentando entre sí: “Cuando el niño aún vivía, le hablábamos y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto?”
Pero David, viendo a sus siervos hablar entre sí, comprendió que el niño había muerto; por lo que preguntó David a sus siervos:
-¿Ha muerto el niño?
-Ha muerto-respondieron ellos.
David se levantó entonces de la tierra, se lavó y se ungió; cambió sus ropas, entró a la casa de Jehová y adoró. Después vino a su casa y pidió que le pusieran pan, y comió.Sus siervos le dijeron:
-¿Qué es lo que haces? Cuando el niño aún vivía ayunabas y llorabas; cuando murió, te levantaste y comiste pan.
David respondió:
-Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba, diciéndome: “¿Quién sabe si Dios tenga compasión de mí y viva el niño?”Pero ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy hacia él, pero él no volverá a mí.
David consoló a Betsabé, su mujer, se llegó a ella y durmió con ella.
Este es lo que comúnmente se llama un “pichabrava” y con una sensibilidad de un hipopótamo.
Ella le dio a luz un hijo y le puso por nombre Salomón. Jehová lo amó, y envió un mensaje por medio del profeta Natán; así le puso por nombre Jedidías, como había dicho Jehová.- 2 Samuel 12:7-25
Como veis la historia no tiene desperdicio. Es un ejemplo típico de la Biblia, un libro al que hay que seguir sus enseñanzas y del cual solo pueden salir buenas costumbres y modelos éticos sobresalientes.
En esta historia resulta que Dios se enfada con esta pareja. En vez de matarlos (según la ley de Dios) lo que hace es hacer que las mujeres sean entregadas a otros para ser violadas en público. Como este Dios no tiene suficiente pues le Dice a David que su hijo será muerto. El infractor, David, resulta que llora desconsoladamente a ver si ablandaba el corazón de su Dios. No fue así, y cuando al final muere cambia el chip emocional y como si nada… pilla de nuevo a su esposa y tiene otro hijo. ¿Dónde queda el castigo divino? Pues en nada de nada. Al contrario, todo beneficios.
David continuó reinando hasta su muerte y Betsabé se vio recompensada viendo a su segundo hijo como sucesor de David al frente del pueblo elegido de Dios. Todo muy bonito.
Pero de viejo, David tuvo tiempo de seguir poniendo su marca en la historia. En los siguientes versículos se comprueba el concepto que tiene el pueblo elegido de Dios sobre el papel de objeto que tiene la mujer en el mundo. Y si David no la copuló seguro sería por que ya no se le levantaba, ¡que si no…!.
Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, lo cubrían de ropas, pero no se calentaba.Le dijeron, por tanto, sus siervos: “Busquen para mi señor, el rey, una joven virgen que lo atienda y lo abrigue, que duerma a su lado y así mi señor, el rey, entrará en calor”.Buscaron, pues, una joven hermosa por toda la tierra de Israel; encontraron a Abisag, la sunamita, y la llevaron al rey.La joven era hermosa; ella abrigaba al rey y lo servía, pero el rey nunca la conoció.
- 1 Reyes 1:1-4
