El sexo de la Biblia
Primero plasmaré lo que dice la Biblia referente a costumbres sexuales. Está hablando de la forma grandilocuente que nos tiene acostumbrados el librote (esto era para que creamos que está dicho por el de arriba) y da pie a una serie de normas de cumplimiento si no se quiere ir en contra de Yahveh.
Mis ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo, Jehová, vuestro Dios.Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, porque el hombre que los cumpla, gracias a ellos vivirá. Yo, Jehová.Ningún hombre se llegue a parienta próxima alguna para descubrir su desnudez. Yo, Jehová.
La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez.
La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre.
No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera.
La desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, pues es tu propia desnudez.No descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, que es tu hermana.
La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; es parienta de tu padre.
La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es.
La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no te acercarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre.
La desnudez de tu nuera no descubrirás; mujer es de tu hijo: no descubrirás su desnudez.
La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás: es la desnudez de tu hermano.
La desnudez de la mujer y de su hija no descubrirás, ni tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son parientas, es maldad.
No tomarás una mujer juntamente con su hermana, haciéndola su rival y descubriendo su desnudez mientras la primera viva.
Tampoco te acercarás a la mujer para descubrir su desnudez mientras esté con su impureza menstrual.
Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.No darás un hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no profanarás así el nombre de tu Dios. Yo, Jehová.
No te acostarás con varón como con mujer; es abominación.
Con ningún animal tendrás ayuntamiento, haciéndote impuro con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión.
En ninguna de estas cosas os haréis impuros, pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo expulso de delante de vosotros, y también la tierra fue contaminada. Pero yo visité su maldad, y la tierra vomitó a sus habitantes.
Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que habita entre vosotros (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada), no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes que vosotros.
Cualquiera que haga alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hagan, serán eliminadas de su pueblo.
- Levítico 18:6-29
No voy a entrar en consideración del porqué un dios se tiene que meter en la vida íntima de sus muñequitos. Tampoco voy a entrar a considerar si son morales las enseñanzas que desprenden estos versículos. Lo que voy a comentar ahora es, como suele ser habitual en el librote, se dice una cosa y la contraria.
Personajes bíblicos sublimes hacen caso omiso de estas enseñanzas y, sin embargo, este dios que nos da estas normas tan estrictas pues la abandona en favor de estos…
Y al rayar el alba los ángeles daban prisa a Lot, diciendo:
-Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.
Como él se demoraba, los varones los asieron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
Cuando ya estaban fuera, le dijeron:
-Escapa por tu vida; no mires atrás ni te detengas en ningún lugar de esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
Pero Lot les dijo:
-No, yo os ruego, señores míos.
Vuestro siervo ha hallado gracia en vuestros ojos y habéis tenido mucha misericordia conmigo al salvarme la vida, pero no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal y muera.
Cerca de aquí hay una pequeña ciudad, a la cual puedo huir. Dejadme ir allá y salvaré mi vida.
Uno de ellos le respondió:
-También he escuchado tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.
Date prisa y escápate allá, porque nada podré hacer hasta que hayas llegado.
Por eso fue llamado Zoar el nombre de la ciudad.
El sol salía sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar.
Entonces Jehová hizo llover desde los cielos azufre y fuego sobre Sodoma y sobre Gomorra; y destruyó las ciudades y toda aquella llanura, con todos los habitantes de aquellas ciudades y el fruto de la tierra.
Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Extraño ¿no? ni una sola palabra referente a la reacción de Lot ante la muerte caprichosa de su mujer.
Subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová.
Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura, y vio que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abraham, y sacó a Lot de en medio de la destrucción con que asoló las ciudades donde Lot estaba.
Pero Lot subió de Zoar y habitó en el monte, junto a sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Zoar. Él y sus dos hijas habitaron en una cueva.
Entonces la mayor dijo a la menor:
-Nuestro padre es viejo y no queda hombre en la tierra que se una a nosotras, conforme a la costumbre de toda la tierra.
El pueblo de Soar había sido salvado, como mínimo, es decir que no fue un nuevo diluvio universal sino la destrucción de dos pueblos. ¿De dónde viene ese temor por no encontrar hombre?
Ven, demos a beber vino a nuestro padre; durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.
Dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor y durmió con su padre; pero él no sintió cuándo se acostó ella ni cuándo se levantó.
Al día siguiente dijo la mayor a la menor:
-Yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra tú y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia.
Dieron, pues, a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella ni cuándo se levantó.
¡¡Esto es un nuevo milagro!! Un anciano, borracho, dormido,… sus dos hijas follan para quedar embarazadas y lo consiguen.
Las dos hijas de Lot concibieron de su padre.La mayor dio a luz un hijo, y le puso por nombre Moab, el cual es padre de los actuales moabitas.La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los actuales amonitas.- Génesis 19:15-38
Ya vemos que aquí ya se «relaja» en sus mandatos levíticos. Prohíbe tajántemente relaciones incestuosas y, sin embargo, con Noé permite que sus dos hijas se lo tiren, imagino que dios habrá dado una ayudita a Noé dadas las circunstancias. Las dos hijas quedan embarazadas de su padre y, para colmo, los hijos que nacen de ellas fundan tribus de Israel, pueblo elegido por dios.
Hemos de darnos cuenta que estas hijas y este Lot fueron los mismos protagonistas de la historia ya comentada en anterior entrada. En ella Lot las ofrece para ser violadas. Posteriormente las hijas emborrachan a su padre… ¡Este es un ejemplo de familia cristiana obediente de las enseñanzas divinas!
Lo dicho, ante el furor uterino, vieron que se las pasaba el arroz y ante eso no hay dios que se resista
¿Otro ejemplo a seguir por todo buen creyente? Vamos con él.
Aconteció en aquel tiempo que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a casa de un adulamita que se llamaba Hira.
Allí conoció Judá a la hija de un cananeo, el cual se llamaba Súa; la tomó y se llegó a ella.
Ella concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Er.
Concibió otra vez y dio a luz un hijo, al que llamó Onán.
Volvió a concebir y dio a luz un hijo, al que llamó Sela. Ella se hallaba en Quezib cuando lo dio a luz.
Después Judá tomó para su primogénito Er a una mujer llamada Tamar.
Pero Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y Jehová le quitó la vida.
Dí que sí. Aquí te pillo y aquí te mato. A dios le dió por ahí y lo hizo, como buen dios.
Entonces Judá dijo a Onán:
-Llégate a la mujer de tu hermano, despósate con ella y levanta descendencia a tu hermano.
Sabiendo Onán que la descendencia no sería suya, cuando se llegaba a la mujer de su hermano vertía en tierra, para no dar descendencia a su hermano.
Como desagradó a Jehová lo que hacía, a él también le quitó la vida.
Aquí de nuevo ejerciendo justicia. Dios es justo, ¿acaso lo dudais?
Entonces Judá dijo a su nuera Tamar:
-Permanece viuda en casa de tu padre, hasta que crezca mi hijo Sela.
(Esto dijo pues pensaba: «No sea que muera él también, como sus hermanos».)Tamar se fue y se quedó en casa de su padre.
Pasaron muchos días y murió la hija de Súa, la mujer de Judá. Cuando Judá se consoló, subió a Timnat
Donde estaban los trasquiladores de sus ovejas…
junto a su amigo Hira, el adulamita.
Y avisaron a Tamar, diciéndole: «Tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas».Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, se cubrió con un velo para no ser reconocida y se puso a la entrada de Enaim, junto al camino de Timnat, pues veía que Sela había crecido y que ella no le era dada por mujer.
Cuando Judá la vio, la tuvo por una ramera, pues ella había cubierto su rostro.Entonces se apartó del camino para acercarse a ella y, sin saber que era su nuera, le dijo:
-Déjame ahora llegarme a ti.
-¿Qué me darás por llegarte a mí?-dijo ella.
-Te enviaré un cabrito de mi rebaño -respondió él.
-Dame una prenda, hasta que lo envíes –dijo ella.
-¿Qué prenda te daré? –preguntó Judá.
Ella respondió:
-Tu sello, tu cordón y el bastón que tienes en tu mano.
Judá se los dio, se llegó a ella y ella concibió de él.
Luego se levantó y se fue; se quitó el velo que la cubría y se vistió las ropas de su viudez.
Judá envió el cabrito del rebaño por medio de su amigo, el adulamita, para que este rescatara la prenda de la mujer; pero no la halló.
Entonces preguntó a los hombres de aquel lugar, diciendo:
-¿Dónde está la ramera que había en Enaim, junto al camino?
-No ha estado aquí ramera alguna –dijeron ellos.
Entonces él se volvió a Judá y le dijo:
-No la he hallado. Además, los hombres del lugar me dijeron: «Aquí no ha estado ninguna ramera».
Judá respondió:
-Pues que se quede con todo, para que no seamos objetos de burla. Yo le he enviado este cabrito, pero tú no la hallaste.
Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo:
-Tamar, tu nuera, ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones.
Entonces dijo Judá:
-¡Sacadla y quemadla!
Reacción muy bíblica.
Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: «Del dueño de estas cosas estoy encinta». También dijo: «Mira ahora de quién son estas cosas: el sello, el cordón y el bastón»Cuando Judá los reconoció, dijo: «Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a mi hijo Sela». Y nunca más la conoció.Aconteció que, al tiempo de dar a luz, había gemelos en su seno.
Y sucedió durante el parto que uno de ellos sacó la mano, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: «Este salió primero».
Pero volviendo él a meter la mano, salió su hermano; y ella dijo: «¡Cómo te has abierto paso!» Por eso lo llamó Fares.
Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y lo llamó Zara.
- Génesis 38:1-30
Judá utiliza los servicios de los que cree que era una prostituta. Y ¿con qué le pagó? Pues nada más y menos que el sello y el bastón. ¿Tanta urgencia tenía en aliviar sus fluidos?
Como vemos, parece que Judá se da cuenta que hizo el ridículo al entregar ese pago y deseó que desapareciera. Como vemos también la hipocresía es una virtud en el librote.
Ella salvó la piel mediante un chantaje a su suegro, amante y juez mientras que Judá se saltó a la torera la ley que prohibía este incesto y adulterio y se salvó de la lapidación a sí mismo y a su nuera. Pero dios ¿por qué no fulmina a Judá por lo que hizo y, sin embargo, sí lo hizo al fulminar a Onán por no querer preñar a Tamar?
Quizá dios no quiso actuar así porque, según las genealogías del Nuevo Testamento, el hijo de Tamar y Judá, Peres, es un antepasado de Jesús…
¿Que qué pasó con Onán? Pues esto es otra historia digna de ser contada.
En los versículos anteriores dicen:
Entonces Judá dijo a Onán:
-Llégate a la mujer de tu hermano, despósate con ella y levanta descendencia a tu hermano.
Sabiendo Onán que la descendencia no sería suya, cuando se llegaba a la mujer de su hermano vertía en tierra, para no dar descendencia a su hermano.
Como desagradó a Jehová lo que hacía, a él también le quitó la vida.
Aquí Onán se niega a cumplir una ley del levirato que obligaba a casarse con la viuda de su hermano para engendrarle descendencia. Aceptando lo que recoge la legislación deuteronónimca que estuviera vigente en tiempos de Onán, lo que prescribe es lo siguiente:
Si dos hermanos habitan juntos y uno de ellos muere sin tener hijos, la mujer del muerto no se casará fuera de la familia, con un hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y restableciendo con ella el parentesco, la tomará como su mujer.El primogénito que ella dé a luz llevará el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de este no sea borrado de Israel.
Pero si el hombre no quiere tomarla por mujer, irá entonces su cuñada a la puerta donde están los ancianos, y dirá: «Mi cuñado no quiere perpetuar el nombre de su hermano en Israel, no quiere emparentar conmigo».
Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él. Y si él se levanta y dice: «No quiero tomarla», se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, le quitará el calzado del pie, le escupirá en el rostro y dirá estas palabras: «Así se hace con el hombre que no quiere edificar la casa de su hermano».Y se le dará este nombre en Israel: «La casa del descalzado».
Así, el hijo primogénito de la unión entre la viuda y su cuñado heredaba los bienes y el nombre del fallecido, que era el objetivo buscado por la ley del levirato, aunque el cuñado podía eludir esa obligación a cambio de someterse a una reprimenda pública y, en tal caso, el deber de desposar a la viuda podía pasarse a otro pariente más alejado, como se dice en estos otros versículos:
Entonces Booz llamó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y les dijo:
-Sentaos aquí.
Cuando ellos se sentaron, dijo al pariente:
-Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec.
Y yo decidí hacértelo saber y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si quieres redimir la tierra, redímela; y si no quieres redimirla, decláramelo para que yo lo sepa, pues no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti.
-Yo la redimiré –respondió el pariente.
Entonces replicó Booz:
-El mismo día que compres las tierras de manos de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.
El pariente respondió:
-No puedo redimir para mí, no sea que perjudique mi herencia. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré hacerlo.
Desde hacía tiempo existía esta costumbre en Israel, referente a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, uno se quitaba el calzado y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
Entonces el pariente dijo a Booz:
-Tómalo tú.
Y se quitó el calzado.
Dirigiéndose a los ancianos y a todo el pueblo, Booz dijo:
-Vosotros sois testigos hoy de que he adquirido de manos de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón.
Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos, ni de entre su pueblo. Vosotros sois testigos hoy.
Como vemos, no se prescribía la pena de muerte para el que se negara a cumplir la ley del levirato. La única pena que se preveía como merecedora de la pena de muerte era, precisamente, el adulterio, que no ocurrió.
Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos- Levítico 20:10
El único que fue ejecutado fue Onán. ¿Qué fue lo que no le gustó a dios de la conducta de Onán? Algunos dicen que fue porque Onán no derramó su semen con fines procreativos, pero la Biblia está llena de coitos que no productivos porque dios les dio esterilidad y ellos lo sabían.
Como vemos, dios tiene una conducta o moral un poco «descompensada». Resulta que dios masacra a quien no hace daño a nadie mientras que vemos en la Biblia que protege una y otra vez a sus protegidos que cometieron delitos, y miles de asesinatos en guerras evitables y en pillajes o actos de venganza y que, además, complace a dios.
¿Seguimos con ejemplos bíblicos del juicio de Dios? Justo, claro…
Aconteció después de esto que, teniendo Absalón hijo de David una hermana muy hermosa, llamada Tamar, Amnón hijo de David se enamoró de ella.
Estaba Amnón tan angustiado que se enfermó a causa de su hermana Tamar, pues, por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna.
Y tenía Amnón un amigo llamado Jonadab, hijo de Simea, hermano de David. Jonadab era un hombre muy astuto, y le dijo:
-Hijo del rey, ¿por qué de día en día vas enflaqueciendo así? ¿No me lo revelarás a mí?
Amnón le respondió:
-Amo a Tamar, la hermana de mi hermano Absalón.
Jonadab le dijo:
-Acuéstate en tu cama y finge que estás enfermo; cuando tu padre venga a visitarte, dile: «Te ruego que Tamar, mi hermana, venga a darme de comer; que prepare alguna vianda en mi presencia para que yo la vea y ella misma me la sirva».
Se acostó, pues, Amnón, y fingió que estaba enfermo. El rey vino a visitarlo, y Amnón le dijo:
-Te ruego que venga mi hermana Tamar a preparar delante de mí dos hojuelas, y me las sirva con sus propias manos.
Entonces David envió a decir a Tamar a su casa:
-Ve ahora a casa de Amnón, tu hermano, y hazle de comer.
Tamar fue a casa de su hermano Amnón, que estaba acostado, tomó harina, la amasó, hizo hojuelas delante de él y las coció.
Tomó luego la sartén y las sacó delante de él; pero él no quiso comer, sino que dijo: «Echad fuera de aquí a todos». Y todos salieron de allí.
Entonces Amnón dijo a Tamar:
«Trae la comida a la alcoba y dame de comer con tus manos».
Tamar tomó las hojuelas que había preparado y las llevó a su hermano Amnón a la alcoba.
Cuando se las puso delante para que comiera, él la sujetó y le dijo:
-Ven, hermana mía, acuéstate conmigo.
Ella entonces le respondió:
-No, hermano mío, no me fuerces, pues no se debe hacer así en Israel. No cometas tal infamia.
Porque ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como un perverso en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey; él no se negará a entregarme a ti.
Pero él no la quiso oír y, como podía más que ella, la violentó y se acostó con ella.
Después Amnón la aborreció tan terriblemente, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón:
-Levántate y vete.
Típico de las enseñanzas bíblicas.
Ella le respondió:-No hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho.Pero él no la quiso oír, sino que llamando al criado que le servía, le dijo:
-Échame a esta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta.
Llevaba ella un vestido de diversos colores, traje que vestían las hijas vírgenes de los reyes. Su criado, pues, la echó fuera, y cerró la puerta tras ella.
Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, rasgó el vestido de diversos colores que tenía puesto, y con las manos sobre la cabeza, se fue gritando.Su hermano Absalón le dijo:
-¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía; es tu hermano. Que no se angustie tu corazón por esto.
Tamar se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón.
Cuando el rey David oyó todo esto, se enojó mucho.
Pero Absalón no dijo a Amnón ni malo ni bueno, aunque Absalón aborrecía a Amnón porque había forzado a su hermana Tamar.
Pasados dos años, Absalón, que tenía esquiladores en Baal-hazor, junto a Efraín, convidó a todos los hijos del rey.
Se presentó Absalón al rey, y le dijo:
-Tu siervo tiene ahora esquiladores; ruego que vengan el rey y sus siervos con tu siervo.
El rey respondió a Absalón:
-No, hijo mío, no vamos todos, para que no te seamos gravosos.
Aunque porfió con él, el rey no quiso ir, pero lo bendijo.
Entonces dijo Absalón:
-Pues si no, te ruego que venga con nosotros Amnón, mi hermano.
-¿Para qué ha de ir contigo? -le respondió el rey.
Pero como Absalón insistía, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.Absalón había dado orden a sus criados diciendo: «Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir yo: «Herid a Amnón», entonces matadlo. No temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes».Los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, y montando cada uno en su mula, huyeron.
Aún estaban en camino cuando llegó a David un rumor que decía: «Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey; ninguno de ellos ha quedado».
Levantándose entonces David, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; todos los criados que estaban junto a él, también se rasgaron los vestidos.
Pero Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, habló y dijo:
-No diga mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes hijos del rey, pues sólo Amnón ha muerto; porque por mandato de Absalón había sido esto determinado desde el día en que Amnón forzó a su hermana Tamar.
Por tanto, ahora no haga caso mi señor, el rey, de ese rumor que dice: «Todos los hijos del rey han muerto», pues solo Amnón ha muerto, y Absalón ha huido.
Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró y vio a mucha gente que venía por el camino que estaba a sus espaldas, del lado del monte.
Entonces dijo Jonadab al rey:
-Son los hijos del rey, que vienen; tal como tu siervo había dicho.
Cuando acabó de hablar, llegaron los hijos del rey, y alzando su voz lloraron. También el mismo rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentos.
Pero Absalón huyó y fue a refugiarse junto a Talmai hijo de Amiud, rey de Gesur. Y David lloraba por su hijo todos los días.
Así huyó Absalón, se fue junto a Gesur y estuvo allá tres años.
Y el rey David deseaba ver a Absalón, pues ya se había consolado de la muerte de Amnón.
- 2 Samuel 13:1-39
¿Por qué se pone tanto énfasis en la violación de Ammón a su hermana? Esta violación entre hermanos provocó posteriormente una guerra. ¿Dios interfiriendo en auténticas tonterías y no lo hace en esta, por ejemplo?. En otras ocasiones dios interviene directa o indirectamente, como por ejemplo:
Y Jehová le dijo:-Cuando hayas vuelto a Egipto, ocúpate de hacer delante del faraón todas las maravillas que he puesto en tus manos; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.- Éxodo 4:21
Así que se encargó de que el Faraón no hiciera caso a las diez plagas, y la razón la da el mismo dios:
Jehová dijo a Moisés:-Entra a la presencia del faraón, porque yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar entre ellos estas mis señales, para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto y las señales que hice entre ellos, y así sepáis que yo soy Jehová.- Éxodo 10:1-2
¿Y sabéis lo que pasó al final de la historia que relata la violación de Tamar?
Ahitofel dijo a Absalón:-Llégate a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa. Todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se fortalecerán las manos de todos los que están contigo.Entonces pusieron para Absalón una tienda sobre el terrado, y se llegó Absalón a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel.- 2 Samuel 16:21-22
Cuando David llegó a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso en reclusión y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron en viudez perpetua.- 2 Samuel 20:3
Así que diez mujeres fueron violadas y encerradas de por vida. Otro maravilloso ejemplo bíblico.

Cheers pal. I do appreciate the writnig.
Thanks Raj
I hope the rest of post you like too.
regards