Recuerdo, en mi niñez a este tierno personaje. ¿Recordáis «El libro de Petete«?. Las nuevas generaciones no sabrán de lo que hablo e ignoro si este personaje fue conocido fuera de España.
Así que, como puede haber muchos desconocedores de este muñeco, destacaré que Petete era una especie de tierno pingüino, que buscaba la solución de todos sus problemas en un gran libro que, obviamente se llamaba: El libro gordo de Petete.
¿Petete tenía dudas o buscaba alguna solución? Sin problema. Consultaba su libro y este le decía lo que debía hacer. Pero no era un diccionario, no. Este libro le daba consejos de actuación ante situaciones e, incluso, le recomendaba decisiones sentimentales y de conducta.
Es decir, como hacen los creyentes con la Biblia.
¿Por qué hago mención a este personaje y su libro?
En mis incursiones por diversos foros cristianos es curiosa la utilización de la Biblia para explicarse acontecimientos, conductas, formas de reaccionar. Sólo recordando pasajes bíblicos y dirigiéndose a ese párrafo en concreto, son capaces de convencerse de lo que deben o no hacer.
Es decir. Si alguien quisiera tener una vida que determine lo que ellos suelen valorar como el libro inspirado por Dios, pues lo tienen bien fácil. Siguen el libro y ¡ya está! Todos santos.
Dios todopoderoso y con bondad infinita nos ha dado el instrumento perfecto… ¡Menos mal que sirve para algo!
Pero no, lo siento, no es así. No podía ser tan fácil. Como nos suele tener acostumbrados. A Dios le gusta complicar las cosas cuando no hay motivo. ¿Por qué? Pues porque a cada cosa dicha le sigue casi de inmediato su contradicción, se hace una advertencia y la contraria. Así que tanto tiempo intentando poner coherencia en tanto libro suelto no ha servido de nada. El judío, el cristiano y el musulmán pueden consultar, según su deseo, en la Tora, la Biblia y el Corán; encontrarán motivos, según su necesidad, para justificar lo blanco y lo negro, el día y la noche, el vicio y la virtud a conveniencia.
¿Un jefe militar busca un versículo que justifique su acción? Encontrará una cantidad nada despreciable de ellos. ¡Pero un pacifista que deteste la guerra también puede esgrimir frases, citas o palabras contrarias! ¿Otro consulta el texto para justificar la guerra de exterminio? Lo encuentra. ¿Otro clama por la paz universal? Igualmente encontrará máximas apropiadas. ¿Un antisemita justifica su odio? ¿Un creyente quiere basar su desprecio por los palestinos con la Biblia en la mano? ¿Un misógino desea demostrar la inferioridad de las mujeres? Abundan los textos a favor… Pero una palabra extraída de ese caos también permite deducir lo contrario. Lo mismo ocurre si se desea descargar la conciencia justificando el odio, las masacres y el desprecio, pues hay tanto material para legitimar la bajeza como para alabar el amor al prójimo.
Demasiadas páginas escritas en demasiados años por demasiadas personas desconocidas. Muchos escribas y copistas. Ninguno de los libros es coherente y homogéneo. Llegamos, pues, a la incoherencia, heterogeneidad y a la pluralidad de voces de las enseñanzas. Un método muy sencillo, pero poco practicado, es el de leer la Biblia con atención.
¿Quién ha leído verdaderamente, en su totalidad, el libro de su religión? Y quien lo haya leído, ¿utilizó la razón, la memoria, la inteligencia y el espíritu crítico con respecto a los detalles y al conjunto de su lectura? Leer no es pasar las páginas una por una, consultarlas a manera de un catálogo, extraer esto y aquello, sino tomarse el tiempo de meditar sobre la totalidad. Al hacerlo así, descubrimos la inverosimilitud y la retahíla de incoherencias de los tres libros forjadores de imperios, estados, naciones e historia desde hace más de dos mil años.
Hitler justificaba su acción alabando a Jesús cuando éste expulsaba a los mercaderes del templo, mientras que Martin Luther King legitimaba la no violencia también citando los Evangelios… El Estado de Israel se apoya en la Torá para justificar la colonización de Palestina, los palestinos citan el Corán para expulsarlos por medio del asesinato.
Quiero mostrar lo que digo exponiendo el siguiente ejemplo:
No matarás.
- Deuteronomio 5:17
Yahvé aparece en persona en la montaña y le entrega a Moisés, con voz atronadora los Diez Mandamientos. En la lista, el quinto, el más célebre.
- No puede ser más simple: sujeto tácito, adverbio de negación, verbo imperativo.
- Dios se expresa con sencillez. Sencillo hasta para la inteligencia más obtusa: está prohibido asesinar, quitarle la vida a alguien; es un principio absoluto, que no justifica modificación alguna y no tiene excepciones. Queda dicho y entendido.
Este mandamiento debe dar como resultado toda una ética. Podría ser: La no violencia, la paz, el amor, el perdón, la bondad y la tolerancia: todo un esquema que excluye la guerra, la violencia, los ejércitos, la pena de muerte, las luchas, las Cruzadas, la Inquisición, el colonialismo, la bomba atómica, el asesinato… No obstante, los seguidores de la Biblia han practicado todo esto durante siglos, sin vergüenza, en nombre incluso de su famoso libro sagrado. ¿Por qué esta aparente contradicción?
Cuando Jehová, tu Dios, te haya introducido en la tierra a la que vas a entrar para tomarla, y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo; siete naciones mayores y más poderosas que tú y Jehová, tu Dios, te las haya entregado y las hayas derrotado, las destruirás del todo. No harás con ellas alianza ni tendrás de ellas misericordia. No emparentarás con ellas, no darás tu hija a su hijo ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque apartará de mí a tu hijo, que serviría a dioses ajenos. Entonces el furor de Jehová se encenderá contra vosotros y os destruirá bien pronto. Pero así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, quebraréis sus estatuas, destruiréis sus imágenes de Asera y quemaréis sus esculturas en el fuego. Porque tú eres pueblo santo para Jehová, tu Dios; Jehová, tu Dios, te ha escogido para que le seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
- Deuteronomio 7:1-6
El mismo Yahvé interviene para justificar a los judíos en su exterminio de varias poblaciones nombradas explícitamente en la Torá, no menos de siete naciones que ocupaban la Palestina de entonces. Con respecto a esas naciones, Yahvé autoriza la violencia, el racismo —prohibición del matrimonio mixto—, prohíbe establecer contratos, niega la compasión e incita a destruir sus altares. ¿Cuáles son las razones? Respuesta: los judíos son el pueblo elegido.
Por un lado, no matar; por el otro, lo que aparece más adelante en el Deuteronomio: golpear, matar, aniquilar, quemar y otros vocablos propios de la guerra total. Yahvé justifica la masacre de todo lo viviente.
La conquista del país de Canaán y la toma de Jericó se pagan con la vida. Incendian la ciudad. El oro y la plata se consagran a Yahvé, por su grandeza, su esplendidez y su complicidad en lo que bien podríamos llamar el exterminio de un pueblo.Y destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había: hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas y los asnos.
- Josué 6:21
¿Qué debemos deducir? ¿Hay contradicción? ¿El imperativo de no matar puede parecer compatible con la legitimación del exterminio de un pueblo?. Así, se sobreentiende que lo que realmente quería decir Dios es: «Tú, judío, no matarás a judíos». El mandamiento desempeña el papel de que viva y sobreviva la comunidad. En cambio, matar a los otros, los no judíos, el crimen no es verdaderamente matar, al menos eso ya no compete a los Diez Mandamientos. No se refiere a lo universal, sino lo particular. Yahvé le habla a su pueblo elegido y no tiene ninguna consideración para con los otros. La Torá evidencia la desigualdad de las razas.
Los cuatro Evangelios dan la impresión de alabar sólo la bondad, la paz y el amor. Jesús, dotado de la palabra de consuelo para los enfermos y los afligidos, elogiando a los pobres de espíritu y otras variaciones sobre el tema de la caridad. Esta es la habitual perorata de Jesús que se relata los domingos a las familias en las iglesias.
Por ejemplo, la parábola de la otra mejilla. Es bien conocida.
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.- Mateo 5:39
Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.Jesús enseña que él no invalida el Antiguo Testamento, sino que lo cumple. Respecto del talión, explica qué es lo que significa cumplir: superar. A los que practican la ley del ojo por ojo y diente por diente, les ofrece una nueva teoría: al que te hiera en una mejilla, ofrécele también la otra.- Lucas 6:29
Ahí también nadie puede dudar de la parábola o darla vuelta en ningún sentido, y justificar la devolución de la bofetada como respuesta a la ofensa. Ante el golpe, el cristiano responde con la abstención que desarma. ¡Es obvio que el Imperio romano actuaba sobre seguro con los mártires cristianos lanzados a las fosas de los leones! La doctrina de la no violencia condena a la masacre cuando delante se tiene a un bruto decidido. Mahatma Gandhi y los suyos, a lo largo de las vías del tren, pueden inspirarse en los Evangelios mientras no tengan frente a ellos a un comandante de escuadrón nazi que les inutilice con rapidez las dos mejillas…
Pero en los Evangelios también hay otra parábola, una historia convalidada por las autoridades cristianas, puesto que figura en el Canon: los mercaderes del templo. Trata también de Jesús, y no podemos discutir que la otra mejilla surge de la enseñanza del Mesías. El mismo Jesús que se niega a devolver golpe con golpe expulsa del templo en forma brutal a los mercaderes, culpables de vender ganado vacuno, ovejas y palomas, y de hacer transacciones de dinero. ¿Bondadoso? ¿Pacífico? ¿Tolerante, Jesús?
Para responder a los creyentes que consideraran insuficiente aquel momento para invalidar la figura del Cristo pacífico, recordemos otros pasajes del Nuevo Testamento. Cuando condena a los individuos que no creen en él en …
Y en…Pero en cualquier ciudad donde entréis y no os reciban, salid por sus calles y decid: «¡Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros! Pero sabed que el reino de Dios se ha acercado a vosotros». Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentadas en ceniza y con vestidos ásperos, se habrían arrepentido. Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Capernaúm, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.
- Lucas 10:15
Todo aquel que diga alguna palabra contra el Hijo del hombre, será perdonado; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no será perdonado.
- Lucas 12:10
Cuando anuncia la ruina de Jerusalén y la destrucción del templo en …
Y seréis odiados por todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, este será salvo.
- Marcos 13:13
Cuando declara que quien no está con él está contra él en …
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
O cuando enseña que no ha venido a traer la paz, sino la espada en…
No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada.
- Mateo 10:34
¿Dónde queda aquí la inical proposicón de dar la otra mejilla?
Adolf Hitler cristiano que nunca abjuró de su fe, y que alababa a la Iglesia católica, apostólica y romana, ponderó la excelencia de su arte de construir una civilización y luego vaticinó su duración en los siglos venideros. Por ahora, constato que en Mi lucha, Hitler remite explícitamente al látigo, al pasaje…
Para decir cuál es el cristianismo que él defiende: el verdadero cristianismo p. 306con su fe apodíctica p. 451 ; son sus propias palabras…E hizo un azote de cuerdas y echó fuera del templo a todos, con las ovejas y los bueyes; también desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas.
- Juan 2:15
El cristiano que acepte los dos tiempos de la Biblia también puede remitirse a…
Pero si le causan otro daño, entonces pagarás vida por vida.A la ley del talión. En detalle, ésta exhorta a dar ojo por ojo y diente por diente, lo sabemos, pero también, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión. Hemos visto que Jesús propone la otra mejilla como cumplimiento alternativo de la fórmula tribal. Sin embargo, si sustituimos la parábola evangélica por la del talión del Antiguo Testamento, después de confirmarla en el pasaje del Nuevo Testamento de los mercaderes del templo, lo peor se justifica sin problemas. Así podemos justificar la Noche de los Cristales como la expulsión moderna de los mercaderes del templo. Por desgracia, el látigo metafórico permite al polemista y al retórico decidido legitimar la cámara de gas. Pío XII y la Iglesia católica sucumbieron a los encantos de los argumentos hitlerianos desde el comienzo hasta la época actual, si tomamos como reconocimiento de la colaboración la incapacidad de reconocer aún hoy el error que fue el apoyo del Vaticano al nazismo.
El Corán contiene ciento veinticuatro suras, y todos, menos el noveno, comienzan con la repetición del primer versículo del primer sura 1:1 , la frase inaugural:
En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso.
La tradición le da noventa y nueve nombres a dios; el centésimo será revelado sólo en la vida futura. Entre esos nombres, hay variaciones sobre el tema de la misericordia: El que Todo lo Perdona —Al-Gafar—, el Justo, el Equitativo, el Benévolo Sutil, el Bondadoso —Al-Latif—, el Paciente, el Clemente —Al Halim—, el Bienamado, el Bienhechor —Al Bar—, el Indulgente —Al’Afuww—, el Detentor de la Generosidad —Zhu-I-Jalali—.
Se define la misericordia como
La gracia, el perdón otorgado a los que pueden recibir castigo.
O bien, si se trata específicamente de religión:
Bondad por la que Dios otorga la gracia a los hombres y a los pecadores.
¿Como se puede justificar, por lo tanto, que entre sus otros nombres también figuren los siguientes: el que envilece —Al-Muhil—, el que causa la muerte —Al-Mumit—, el vengador —Al Muntaqim—, el que puede perjudicar a las personas que lo ofenden —Al-Dar—? ¡Curiosa manera de practicar la misericordia la de envilecer, matar, vengar y perjudicar! Decenas de suras lo justifican a lo largo de sus páginas…
Alá suele aparecer en el Corán como un guerrero sin compasión. Ejerce la magnanimidad. ¿Pero cuándo? ¿Dónde? ¿Con quién? Se pasa a espada, se envilece bajo el yugo, se tortura, se quema, se saquea y se masacra mucho más de lo que se practica el amor al prójimo. Y todo esto en la vida y milagros del Profeta, como también en el texto del libro sagrado. ¡La teoría musulmana y la práctica islámica no brillan en la misericordia!
El mismo Mahoma no sobresalió por sus virtudes caballerescas, como lo atestigua su biografía: el Mahoma de Medina tomaba prisioneros de guerra, se apropiaba de los botines, mandaba a sus amigos al frente, y después, apenas herido por una piedra, asistía a la desbandada de sus compañeros oculto en una trinchera, enviaba a sus allegados a eliminar a tal o cual adversario molesto y, cuando luchaba, mataba alegremente a los judíos, etc. Alá es grande, desde luego, por lo tanto también lo es su Profeta, pero examinemos un poco más de cerca las cualidades del enviado, porque Dios bien podría salir mal parado…
¿Magnánimo? Hagamos un inventario de lo opuesto: Alá se destaca en la estrategia y en las tácticas bélicas o de castigo—matar, entre otras— 8:30 ; utiliza la astucia con brillantez 3:54 , recurre con gusto a la violencia y decide sobre la muerte 3:156 ; elabora con paciencia los castigos ignominiosos para los incrédulos 4:102 ; es el Señor de la venganza 5:95 y 3:4 ; extermina a los infieles 3:141 ; practica de tal modo esa virtud sublime que no tolera ninguna creencia distinta de su deseo; castiga, por lo tanto, a los que se forman una idea falsade él 48 . Bienvenida la magnanimidad…
El Corán contradice en múltiples sitios cada una de las invocaciones con que comienzan los suras en los que dios aparece como Magnánimo. En el contenido también encontramos material suficiente para demostrar las contradicciones: incitación a matar a los incrédulos8:39 y a los politeístas 9:5 , pero elogios en el versículo siguiente a quien les dé asilo 9:6 ; propuestas de combatir con violencia a los incrédulos 8:39 , pero alabanza del perdón 8:199 , del olvido 5:13 y de la paz 47:29 ; justificación de las masacres 4:56, 4:91, 2:191-194 , pero utilización frecuente de un sura —éste exime a menudo al Islam de su inclinación por la carnicería— que dice: matar a un hombre que no haya cometido ningún acto de violencia en la tierra es igual a matar a todos los hombres; del mismo modo, salvar una vida es igual a salvar a todos 5:32 ; justificación del talión 2:178, 5:38 , pero el que renuncia a hacerlo obtiene la expiación de las culpas 5:45 ; prohibición de hacer amistad con los judíos o los cristianos 5:51 , pero permiso para los hombres de desposar a una mujer que practique la religión de los otros dos Libros 5:5 , a lo que se añade un versículo que afirma la fraternidad de todos los creyentes 49:10 , y luego la propuesta de discutir con ellos de manera cortés 29:46 ; legitimación de la persecución del impío 4:91 , pero alabanza de la indiferencia con respecto al que se aparta de Dios 4:80 ; prescripción de cadenas en el cuello para los infieles 13:5 , pero se cita a menudo otro versículo para demostrar la tolerancia de la religión musulmana:
¡No hay coacción en religión!Ojalá…; invocación a Dios para el aniquilamiento de judíos y cristianos 9:30 , pero promulgación de la amistad entre los creyentes unos versículos más abajo en el mismo sura 9:71 ; afirmación de la igualdad de todos y todas ante la vida y la muerte 45:21 , pero desolación en la tierra cuando nace una niña en una familia 43:17 , y luego la confirmación de que después de la muerte gobierna la desigualdad: el Paraíso para algunos y el Infierno para otros 59:20 ; en una oportunidad, el Profeta enseña que la recompensa del Bien es el Paraíso 3:136 , pero más adelante pretende que la mencionada recompensa del Bien sea… el Bien 55:60 ; afirmación de que todo proviene de la voluntad de Dios, quien descarría a sabiendas 45:23 , pero, a pesar de todo, el hombre es responsable de sus actos 52:21 ; no se hereda impunemente a Moisés y a Jesús…- 2:256
Si, como enseña el sura titulado «Las mujeres», la ausencia de contradicciones en el Corán demuestra el origen divino del Libro, la cantidad de contradicciones acumuladas y mencionadas más arriba, permite afirmar el origen humano, muy humano, demasiado humano de la obra en cuestión. Paradójicamente, la tesis coránica de la ausencia de contradicciones en el texto contradicha por el examen del texto le da la razón al texto, lo que permite concluir que su origen es humano y no divino.
Ante el desorden de ese taller metafísico en el que todas las afirmaciones cuentan con su respectiva negación, algunos quieren justificar la lógica de sus propias selecciones para mostrar que la totalidad del islam se reduce a los textos que sus citas ponen de relieve. Uno propone un islam moderado, otro, un islam fundamentalista, y un tercero, un islam laico, abierto y republicano.
Algunos chistosos hablan, incluso, de un islam feminista y se basan en la biografía del Profeta, que, Bendito sea su Nombre, ayudaba a su mujer Jaliya en las tareas de la casa. Nunca carentes de ingenio, contextualizan de modo grosero, ¡luego deducen de las carreras de camellos en las que competían Mahoma y su esposa la posibilidad, hoy, de torneos mixtos de fútbol! Un bromista de la misma familia, que se las da de científico, contextualiza él también los suras y versículos con entusiasmo, al punto de afirmar que el Corán previo la conquista del espacio 55:33 y la invención de la informática. Vamos a dejarlo así…
Unos ven un islam tolerante en apariencia: hay versículos en los que el Profeta propone dar asilo a los infieles, practicar el perdón, la paz, rechazar todo tipo de violencia o crimen, renunciar al talión, amar al prójimo, sea judío, cristiano, no creyente, ateo o politeísta, y tolerar la diferencia de puntos de vista. Por desgracia, hay otros que dictan exactamente lo contrario y es también válido creer en lo bien fundado y legítimo del crimen, el asesinato, la violencia, el odio y el desprecio… Pues no hay verdad en el Corán o lectura única, sólo interpretaciones para sacar provecho personal de la autoridad del libro y de la religión.
¿Qué significa, por ejemplo, contextualizar un versículo que incita a matar a los judíos? ¿Explicarlo en función de la época, del contexto histórico y de las razones que llevaron a escribir y a pensar de ese modo en el período tribal? ¿Y después? ¿El antisemitismo desaparece cuando mostramos su arraigo que se remonta a una historia y una geografía? ¿La invocación al crimen deja de ser una invocación al crimen de modo repentino como por arte de magia? Es imposible impedir que el texto haya sido escrito con todo detalle, más allá de lo que se piense del contexto. Aun cuando aparezca lo contrario en el texto, el antisemitismo también se lee allí y también con toda legitimidad.
Curiosamente, los musulmanes a la contextualización consideran su libro sagrado, divino, inspirado, revelado y dictado por Dios. Y por eso el Corán se vuelve intocable desde el punto de vista racional. Pero para que sirva a sus intereses, cambian de registro y, de pronto, proponen una lectura histórica. Quieren la fe y la razón, la creencia y el archivo, la fábula y la verdad, según sus necesidades.
Lo realmente triste de todo esto es que los creyentes siguen las indicaciones de estos libros y contextualizan los momentos actuales con los de entonces. Nunca se podrá avanzar en la mentalidad de la Paz teniendo estos libros como inspiradores de los salvadores del mundo. Los tres libros sirven más a menudo a la muerte, relacionada con la neurosis de la religión de un solo Dios, convertida en religión del Dios único, que a sus prioridades.

Y razón no te falta, contradicciones las hay a patadas en la Biblia y supongo que también en los demás libros «sagrados» yo a veces me tengo hasta que reir. El que más conozco es la Biblia, especialmente el NT y las epistolas de Pablo de los Hechos de los Apostoles. Son increibles. En ocasiones es tan claro el hombre que hasta sorprende que no lo censuraran.
De todas formas no soy atea, creo que hay algo sorprendente en nosotros que tiene mucho que ver con la divinidad y que de alguna manera hay que soltarse de lo religioso para aventurarse en terrenos por desgracia bastante desconocidos.
Es complicado y peligroso porque puedes quedarte tan enganchado a las nuevas teorias que encuentras como lo estabas con las que ya conocias y entonces no habrá merecido la pena.
A veces pienso que las contradicciones del libro son una forma de llamar nuestra atención, si te das cuenta de ellas empiezas a hacerte preguntas, pasas por distintas fases, investigas, te vuelves ateo, luego ya no tanto…en fin sufres una metamorfosis que almenos para mi es positiva, pero claro eso dependerá de la persona y de como se tome las cosas que se vaya encontrando por el camino, ya que como es lógico van a chocar con tus creencias de una forma aparatosa.
De otras religiones no quiero ni hablar…¿Para qué? Creo que todo esta bastante claro con ellas.
Al menos podrías citar tus «citas» (Por no decir que el artículo entero es una cita).
Onfray.