Hypatia era matemática, filósofa, científica. Teón, su padre, tuvo la intención de hacer de Hypatia un perfecto ser humano, en el más puro sentido clásico griego y desde su infancia la rodeó de una atmósfera que estimulara su disposición a explorar, cuestionar y aprender.
La belleza, inteligencia y talento de esta gran mujer fueron legendarios y superó a su padre en todos los campos del saber, especialmente en la observación de los astros.
- Sócrates Escolástico
A finales del siglo IV el imperio romano, del que formaba parte Alejandría, estaba muy dividido, tanto en el aspecto religioso como en la lucha por el poder político y social. Aunque la religión oficial era el cristianismo, la Iglesia se vió en la necesidad de convivir con otras religiones. Toda esta situación cambió cuando nombraron a Cirilo obispo de la ciudad de Alejandría. Para ese entonces la iglesia cristiana había declarado una lucha frontal lo mismo contra las otras religiones como contra el estado laico representado por Orestes, prefecto de Roma.
La filosofía neoplatónica de la que Hypatia era su estandarte, fue declarada hereje por Cirilo. En esta atmósfera explosiva surgieron una serie de desavenencias entre Orestes y Cirilo que dieron origen a revueltas y violentos motines. Hypatia tuvo la mala suerte de ser amada por unos y odiada por los que predicaban una religión de paz.
Nunca fue bautizada como cristiana y no le interesó adoptar ese credo, seguramente por el interés ambicioso y egoísta de gustarle la ciencia. Esa era su inmoralidad. Hypatia era admirada por su elegancia, por su belleza, pero especialmente por su sabiduría y ecuanimidad. Por esta razón era odiada por Cirilo, el obispo cristiano de la ciudad, un pendenciero que le hizo la vida imposible a quienes se le atravesaron por su camino. Cirilo había heredado el cargo de su tío el obispo Teófilo quien ya había ocasionado muchas persecuciones y destrucciones a los templos de religiones no cristianas. De lo poco no cristiano que quedaba en Alejandría, era el templo al dios Serapis que albergaba al Museo con su Biblioteca, y una comunidad judía pujante.
Alejandría, como muchas ciudades del Mediterráneo, habían acogido a los judíos que se encontraban en la diáspora. En esa Alejandría liberal, cosmopolita, de mercados abiertos y tolerancia religiosa, habían triunfado los judíos, y la habían hecho más rica aún. Esos judíos eran para Cirilo un «problema» al que había que encontrarle una «solución definitiva», y entonces decidió predicar el odio contra la comunidad judía de Alejandría, para que fueran expulsados de la urbe. El interés de Cirilo era recordarle al mundo que Alejandría era cristiana y sólo cristiana, así como Juan Pablo II recordó a Europa que es «esencialmente cristiana», cristianizando Auswicth, Kosovo, Yugoslavia, Andalucía. Como cuando Pio XII esperaba que la campaña alemana en Rusia, devolviera al cristianismo católico a la comunista y ortodoxa patria de Tolstoi y Dostoievski.
Cristianismo: la religión de la paz que no ha llevado la paz a ninguna parte
- Descher
Cirilo se aprovechó de uno de los mayores males de la cultura helenística y que finalmente forjó su caída: la esclavitud. Bajo la consigna de hacer a todos los hombres libres (claro está, en un hipotético y utópico paraíso, no aquí en la tierra), sonsacaba a las masas de esclavos, como Lenin agitaba las masas de obreros en la Rusia de 1917 para que mataran por una utópica sociedad comunista (Quimeras y más quimeras). Así mismo, el cristianismo prometía libertad a esos esclavos, en una utópica sociedad cristiana… en el cielo. La historia demostraría que el cristianismo y el islam fueron civilizaciones que practicaron una esclavitud más atroz y más extendida que las antiguas.
Hypatia siendo atacada por la turba iracunda
Hypatia no se mantuvo indiferente ante la injusticia que se cernía sobre los judíos que habían convivido en Alejandría y que se convirtieron en el chivo expiatorio de todos los males del mundo. Por eso, protestó. Y como consecuencia de ello los sermones de Cirilosu nombre significa «el que tiene autoridad», se dirigieron contra esta mujer. Padre de la Iglesia Católica que defendió el título de Madre de Dios para María (ayudando así a la creación del mito católico). Sus sermones contra todo lo que no estuviese de acuerdo con la Iglesia alentaron para que la turba diese muerte a Hypatia.
Los seguidores de Cirilo interceptaron el carruaje en que se dirigía Hypatia hacia su trabajo en la Biblioteca. La violentaron, la desnudaron, la arrastraron al templo Cesareo y allí la despellejaron viva con ostras. La tragedia ocurrió en marzo del año 415 de nuestra era, cuando Hypatia fue asesinada tenía 35 años de edad.
Cirilo «se lavaba las manos» como Poncio y disfrutaba del camino que «la voluntad de Dios» le había despejado. Logró, en el Concilio de Éfeso, imponer con sobornos el Dogma de María como Madre de Dios. Definitivamente parecía que ese Dios estaba de su lado. Para elevar su gloriosa vida, años más tarde después de muerto fue canonizado por la Santa Iglesia Católica, mientras Hypatia era olvidada y los judíos seguían perseguidos.
No rezaré para que Hypatia resuelva mi vida ni idealizaré su sufrimiento como sacrificio necesario para deshacer las consecuencias de mis actos («el sacrificio de Cristo en la cruz limpiará tus pecados»). No practicaré ritos diarios recordando su tortura conmemorando ese horrible acontecimiento, como hacen, no todos los cristianos, concretamente los católicos en la Eucaristía y que Mel Gibson encadena muy bien en su película. Tampoco me colgaré una ostra de oro con esmeraldas en mi cuello, o una réplica en plata del revólver del siglo XIX que mató a Abraham Lincoln, ni una bonita botella de cicuta como la que Sócrates optó por tomar tan dignamente. Simplemente quiero contarles una historia que a mí me entristece.
¿Cómo el sufrimiento de una persona (Jesús) en otro siglo, puede justificar el asesinato atroz de otra (Hypatia) que en consistencia ética era más cercana a lo que el primero predicaba, que a quienes decían ser sus vicarios (Cirilo)? Una pregunta sin respuesta.

Muy buena entrada! Gracias por ilustrarnos un poco sobre personajes históricos como Hypatia. Trataré de ver la película basada en ella, a ver que tal está.
Por otra parte, qué buen punto respecto a la cruz y su significado en los católicos. Imagínate si acostumbráramos a colgarnos tantos accesorios como dispositivos de tortura y muerte hayan sido utilizados para asesinar a grandes personajes reales como Abraham Lincoln o Sócrates! O imaginarios, como Jesús!
Saludos Andrés!
Hola Norwin
Como siempre, bienvenido.
Siempre me ha resultado un enigma el porqué según la lógica cristiana, Jesús murió en la cruz.
Dios inventa un pecado y se lo impone a toda la humanidad. Jesús viene y muere para redimir ese pecado. (¿Porque ha de morir? ¿Qué clase de padre tiene? Morir para salvar la humanidad… ¿No lo han hecho ya muchos miles de personas y no tienen tanta fama? Si Jesús en su muerte redimió de los pecados, entonces ¿qué sentido tiene el pecado posterior a Jesús? ¿Es que Jesús no consiguió su objetivo?)
Como digo, yo no llevo una ostra colgando en el cuello porque el significado lo dio ya ella muriendo defendiendo ideas que los que llevan la cruz no les parecía tan buenas. Escribiendo esto recuerdo la película La vida de Brian en las escenas de los seguidores de Brian llevando una sandalia como emblema…
Lo dicho Norwin, un privilegio contar con tus comentarios.