Escribía una nueva entrada para el blog en un restaurante de Madrid mientras desayunaba. Lo suelo hacer. Me relaja y me permite hacer un paréntesis del resto del día. Es una rutina que agradezco… Como digo… Estaba escribiendo una entrada cuando en la mesa contigua a la mía había una pareja que hablaba de sus cosas… En un momento determinado comenzaron a hablar del horóscopo. Ella comenzó a leer lo que serían las características del signo de él. Entre risas llegaron a un punto en el que consensuaron que
En esto no creo, pero mucho de lo que hay en el horóscopo es cierto.
Es normal e incluso se anima a que los niños crean en Papá Noel, los Reyes Magos o el ratón Pérez hasta cierta edad es comprensible. Los niños mantienen así ilusión y fomenta su fantasía, en una fase de su vida donde ejercitan su cerebro en conceptos de abstracción. Pero hay millones de personas adultas que leen, creen e incluso pagan por conocer lo que dice de él su horóscopo. Mucha gente se enriquece por ello. Para mí es tan sorprendente esto que, reconozco, me desborda. Incluso he hablado con ateos que argumentan de una forma lógica defendiendo su convicción en cuanto a la no existencia de dioses y, sin embargo, mantienen cierta condescendencia con el horóscopo o la homeopatía.
¿Porqué el horóscopo es un engaño?
Hay características comunes en el horóscopo que utilizan los astrólogos ya que existe un acuerdo general en cuanto a qué valores adjudicar según el signo zodiacal. Voy a tomar como ejemplo varias descripciones en el horóscopo de unos signos…
Piscis es:
- Imaginativo y sensible. Es amable y tiene compasión hacia los demás. Es intuitivo y piensa en los demás.
- A Piscis le gusta estar solo para soñar. Le gusta el misterio y el ridículo. Le gusta perderse.
A Piscis no le gusta:
- No asume la realidad. Es idealista, mantiene secretos y tiene una voluntad algo débil. Se deja llevar por los demás.
- Lo obvio. Tampoco les gusta a los Piscis ser criticados o escuchar a personas pedantes o creídos.
Según el horóscopo yo soy Piscis. Por supuesto que soy soñador. Me gusta pensar que pudiera existir un mundo diferente en muchas cosas pero, por otro lado, estoy encantado con vivir en él con sus dichas y desdichas, su belleza y su oscuridad. ¿Soy soñador? Por supuesto que sí, pero en mi caso este sueño es para encontrar en la realidad mi modelo de comportamiento. Escribo un blog ateo, precisamente, para hacer ver lo absurdo de encontrar el placebo de fantasías sin sentido. Yo intento hacer en mi vida lo real como modo de vida.
Es curioso que como características que no me gustan menciona a «la gente creída y pedante» pero ¿Hay algún signo del horóscopo que le guste este tipo de gente?
Voy a leer otro signo del horóscopo a ver qué dice:
Virgo es:
- Su lado positivo: Modestia, inteligencia y timidez. Los virgo suelen ser meticulosos, prácticos y trabajadores. Tienen gran capacidad analítica y son fiables.
- Vida sana, hacer listas, orden e higiene.
A Virgo no le gusta:
- Su lado negativo: Conservador y perfeccionista, un virgo tiende a preocuparse demasiado y su lado duro puede llevarle a ser excesivamente crítico y duro con los demás.
- Suciedad, desorden, peligro, las personas vagas, la incertidumbre.
Leo las características de Virgo y me pregunto si no coincide con mi propia forma de ser en la misma proporción que lo descrito para mí en un Piscis. Por lo menos así lo siento aunque pondría ciertos grados en cuanto al peso de cada una de las características. Es decir, me considero más o menos modesto aunque no oculto lo que creo que son características a destacar en mi. ¿Soy tímido? Según las circunstancias y según la época de mi vida en la que se me preguntara. Luego dice que hacen vida sana, hace listas y tienen orden e higiene. ¿Los Piscis no se lavan? Yo intento hacer vida sana y hacer lo máximo de ejercicio que puedo. ¿Un Virgo lo hace más que yo?
En cuanto a lo que no le gusta al Virgo dice que tienen un lado duro que le puede llevar a ser excesivamente crítico con los demás… ¿Este blog lo puede haber escrito un Piscis?
Así podría ir característica por característica y encontrar aciertos y fallos en cada signo. Lo que determina la posición y la credulidad de cada uno está, en gran medida, predispuesto de antemano. Aquellos que dicen creer en el zodiaco deberían relajarse si se sienten criticados o agredidos. Pero sí debían hacer un escrutinio de lo que he digo en esta entrada.
Es curioso que, cuando preguntas a un «entendido» de signos zodiacales, te dan la razón diciendo que todos tenemos características de todos, pero que habrá características que destacan más que otras y esas son las que valora el zodiaco e, incluso, se atreven a decir que si alguna no coincide en tu valoración pues entienden que es la persona la que no se valora realmente tal y como es y sí es el horóscopo el que da en el clavo.
Lo que la astrología propone es bastante difícil de determinar, porque hay muchas ramas y vertientes en esta pseudociencia, y casi siempre sus doctrinas son contrapuestas y contradictorias. Unas dicen que lo importante es el momento del nacimiento, otras que es el mes, etc. Sin embargo, todas defienden por igual:
Hay una fuerza de los cielos que nos influye aquí en la Tierra
¿Cuál puede ser esa fuerza que influye a tanta distancia?. ¿Gravedad?, ¿magnetismo?, ¿campo eléctrico? Los astrólogos dirán que es una fuerza que no puede ser medida. Me resulta difícil creer que una fuerza lo suficientemente débil para no ser detectada pueda influir de una manera concluyente sobre la forma de ser de la gente. Sobretodo si está a cientos de millones de kilómetros.
Un astrónomo podría decir que los efectos pueden no ser mensurables individualmente sino sólo hacerse evidentes como normas generales, del mismo modo que las leyes de los gases no predicen el comportamiento de un átomo pero sí el de un gran grupo de ellos. Pero, independientemente de la generalidad o individualidad del efecto, tendría que poder probarse y medirse.
Si esa fuerza existiera, ¿qué tipo de fuerza sería?. Los planetas son grandes bolas de hielo, piedra, metales… Su capacidad para afectarnos es débil porque se encuentran bastante lejos de nosotros. Hasta donde la ciencia sabe, en el Universo existen sólo cuatro fuerzas fundamentales: gravedad, electromagnetismo, fuerza nuclear fuerte y fuerza débil. Las dos últimas sólo funcionan dentro de los núcleos de los átomos y en las partículas subatómicas.
Así nos quedan la gravedad y el electromagnetismo como candidatas. Sabemos bastantes cosas sobre la primera de ellas, y no se estudia desde ayer: la conocemos desde hace más de 300 años. La forma en la que opera la gravedad a grandes escalas depende de la masa del objeto y la distancia a la que se encuentra. Por eso la gravedad es más fuerte cuanto mayor sea el objeto y cuanto más cerca se encuentre. Pero hay una cuestión importante: Júpiter tiene 25.000 veces más masa que la Luna. ¡Es mucho! Pero también está 1.500 veces más lejos que la Luna. ¿Cuál de estas cifras gana en el juego de la gravedad? En este caso, y por mucha diferencia, la distancia. En el mejor de los casos, la gravedad de cualquier planeta es, medida en la Tierra, sólo una minúscula fracción de la que nos hace sentir la Luna. Es decir que si la gravedad es la fuerza dominante de la astrología, entonces la influencia de la Luna supera con creces la de todos los demás planetas sumados. Y esto no figura en ningún horóscopo».
Si no es la gravedad, entonces tendría que ser el electromagnetismo. Así como la gravedad depende de la masa y la distancia, el electromagnetismo depende de la carga eléctrica y la distancia. Lo que sucede aquí es que los objetos grandes no suelen tener carga… La carga proviene de partículas como los protones y los electrones, pero como ellas se atraen mutuamente y se neutralizan, es bastante difícil encontrar a una sin la otra, lo cual quiere decir que un planeta será eléctricamente neutro. Algunos planetas tienen campos magnéticos. Pero estos campos sólo son fuertes en las cercanías del planeta en sí. El campo de Júpiter es inmenso, pero Júpiter está tan lejos que no tiene ningún efecto real sobre nosotros. Es más: el Sol representa, por lejos, la mayor fuente de radiación electromagnética de nuestro Sistema Solar. Su campo magnético nos afecta directamente. Cuando hay una gran explosión solar, las enormes proyecciones de partículas cargadas son enviadas al espacio y pueden interactuar con el campo magnético de la Tierra, produciendo, a veces, grandes desastres.
Si la base de la astrología fuese la gravedad, el único astro que importaría sería la Luna. Si fuera el electromagnetismo sólo el Sol tendría algún efecto, y podríamos olvidarnos de todos los demás planetas. Pero los astrólogos hablan mucho más de los otros planetas (muchos de ellos pequeños y la mayoría muy lejanos) que del Sol y de la Luna. La realidad es que no existe ninguna otra fuerza en el Universo aparte de las apuntadas. Nos quedamos sin recursos (y los astrólogos también).
Así la salida fácil de los astrólogos es proponer que la fuerza que sostiene a su pseudociencia es otra, diferente de las cuatro fuerzas fundamentales mencionadas. Lógicamente, dicen que esa misteriosa fuerza es desconocida para la ciencia. Pero incluso esta afirmación tiene pocas expectativas de ser cierta.
Todas las fuerzas del universo disminuyen su acción con la distancia. Verdad como un puño, ley fundamental de la naturaleza que todos los astrólogos parecen ignorar. Pero al universo no le importa. Un objeto lejano produce sobre mí mucha menos fuerza que uno cercano. ¡Pero los astrólogos dicen a quienes quieran escucharlos que todos los planetas tienen igual importancia en sus estudios! Esto significa, según los dichos de los propios astrólogos, que la distancia es un factor que no debe ser tenido en cuenta. La masa tampoco, porque si no, Júpiter dominaría a todos los demás planetas.
Pero, ¿Qué pasa entonces con los asteroides? Estos trozos de roca y metal que orbitan el Sol junto con los planetas. La mayoría de los asteroides están mucho más cerca de la Tierra que los planetas exteriores (pero la distancia no influye en la astrología), por lo que tendrían que tener algún efecto. El problema es que hay muchos, muchísimos asteroides. Alrededor de 1.000.000.000 de asteroides de más de 100 metros de diámetro en nuestro Sistema Solar. ¡Es muchísima roca! Entonces, ¿por qué los astrólogos no los toman en cuenta a la hora de hacer sus predicciones?».
Si nos atenemos a los planetas permanentes se han descubierto 160 planetas más orbitando a otras estrellas. Es cierto que están muy lejos, pero para la astrología la distancia es un factor despreciable. Entonces esos planetas tendrían que afectarnos también, y como son 16 veces más numerosos que los nuestros, deberían influirnos con una fuerza 16 veces superior.
Además, si con nuestros limitados medios ya encontramos 160, la simple lógica nos dice que hay miles de millones de otros planetas, solo en nuestra galaxia. ¿Por qué los astrólogos no los ponen en sus horóscopos?. Los astrónomos (no los astrólogos) saben que esos planetas están ahí y también cómo han de ser porque pueden medir sus efectos sobre las estrellas que los tienen en sus órbitas. Así que si los astrónomos pueden ver esas influencias, ¿por qué los astrólogos, que se supone que saben mucho de ello, no predijeron la existencia de esos 160 planetas hace mucho? ¿Por qué no hubo ni un solo astrólogo que hace 50 años predijera algo como «Debe haber planetas en otras estrellas, porque lo confirman mis datos astrológicos»? Ninguno dijo algo así porque no pueden. Sus «datos astrológicos» no significan nada. De nuevo, según las propias reglas de los astrólogos, todos esos planetas debieran eclipsar completamente las influencias de los de nuestro sistema, tapando sus efectos de modo tan completo como el ruido de una explosión nuclear taparía un susurro».
Alguien nace algún día comprendido entre el 22 de noviembre y el 22 de diciembre, se le cataloga como Sagitario. El porqué de este encasillamiento es porque hará unos 2.500 años, con los saberes de la época determinaron que el sol pasaba por el arco dispuesto en el lugar correspondiente a la bóveda celeste que describieron como un centauro y denominaron Sagitario. Este encasillamiento, se supone, hace que este sujeto tenga características comunes:
El sagitario es uno de los signos más positivos del zodiaco. Son versátiles y les encanta la aventura y lo desconocido. Tienen la mente abierta a nuevas ideas y experiencias y mantienen un actitud optimista incluso cuando las cosas se les ponen difíciles. Son fiables, honestas, buenos y sinceros y dispuestas a luchar por buenas causas cueste lo que cueste….
Resulta que las cosas han variado mucho desde entonces a ahora. No. No es que los astros observables sean caóticos y aparezcan y desaparezcan (que también) sino que los conocimientos astronómicos de aquella época no son los mismos que los actuales.
Hoy en día se han descubierto muchos más planetas y constelaciones de los que se veían en aquellas épocas babilónicas. Así un sujeto nacido, por ejemplo, el 13 de diciembre de algún año del siglo pasado, con el conocimiento actual y «jugando» al juego de la astrología debería haber nacido bajo el signo de un nuevo signo zodiacal, Ofiuco, otro personaje mitológico, como los que representan los signos zodiacales. ¿Qué pasa con la personalidad de esa gente?.
Estos es una prueba más del «timo» de los horóscopos, ya que se basan en unas simples abstracciones, completamente arbitrarias, que los humanos proyectaron en el cielo para leer el firmamento. Incluso hasta la llegada de astrónomos Johann Bayer o Jullius Schiller, los artistas incluso movían las estrellas de sitio para dibujar bien el Cisne o el Pegaso. Y las constelaciones aparecían y desaparecían en función de modas, creencias e incluso las decisiones arbitrarias de emperadores, como cuando Adriano le dedicó una a su amante Antínoo.
Las constelaciones no son más que una herencia cultural que se mantiene para ayudar mediante referencias a quienes observan las estrellas. El desfase actual entre signos y constelaciones deja claro que lo que seamos o hagamos no tiene nada que ver con el cielo, que no marca el destino. Ese desfase se produce por un fenómeno, llamado precesión, que marca la inclinación del eje de la Tierra. El resultado es que la línea que traza el recorrido del Sol por el firmamento se va deslizando hasta volver a realizar el mismo camino 26.000 años después. Es decir, que hasta dentro de unos 23.400 años no se volverá a repetir el calendario original del zodiaco.
Mirando a las estrellas
El concepto del zodiaco, que surge en torno a los siglos VII y VI antes de Cristo, se usaba solo para realizar predicciones a cuestiones públicas, como guerras, cosechas, el futuro del reino… , no es hasta el 410 antes de Cristo que aparece la primera carta astral. Y sería más tarde, cuando se mezcla la herencia egipcia y mesopotámica con el misticismo y la mitología griega, el momento en que se empieza a relacionar la personalidad de la gente con los atributos de aquellos animales mitológicos. Se decidió que tales estrellas agrupadas eran unos peces como si al ver una nube entiendo que tiene forma de nariz. Lo más absurdo es que esta pseudociencia se basa en una concepción geocéntrica del universo, como si el Sol y los planetas giraran en torno a la Tierra.
Vemos esas formaciones de estrellas únicamente desde la Tierra. En cuanto cambiamos de perspectiva, la combinación de estrellas es otra distinta, demostrando que no es más que un juego de unir puntos en el cielo.
El último ajuste de las fronteras de las constelaciones lo realizó la Unión Astronómica Internacional en 1930, que fijó las 88 constelaciones que completan el mapa actual. Unas fronteras que son tan arbitrarias como lo son las formas escogidas para definir las constelaciones. Un mapa que colocó a Ofiuco, dios de la medicina, en la trayectoria del Sol durante 19 días, dejando a muchos antiguos escorpios y sagitarios sin personalidad ni destino.
Así que si tuviéramos en cuenta la nueva constación en el reparto de fechas del zodiaco quedaría de la siguiente manera:
- Aries: 19 de abril – 14 de mayo
- Tauro: 14 de mayo – 21 de junio
- Géminis: 21 de junio – 21 de julio
- Cáncer: 21 de julio – 11 de agosto
- Leo: 11 de agosto – 17 de septiembre
- Virgo:17 de septiembre – 31 de octubre
- Libra: 31 de octubre – 21 de noviembre
- Escorpio: 21 de noviembre – 30 noviembre
- Ofiuco: 30 de noviembre – 18 diciembre
- Sagitario: 18 de diciembre – 21 de enero
- Capricornio: 21 de enero – 17 de febrero
- Acuario: 17 de febrero – 13 de marzo
- Piscis: 13 de marzo – 19 de abril
Volviendo a las tesis defendidas por los astrólogos, entienden que lo aciertan es mucho mayor de lo que fallan. Eso sí, es curioso que éstos sólo tienen «tasa de éxitos». De los fracasos ni hablan.
Todos conocemos a gente que jura y perjura que los horóscopos les aciertan siempre. Pero, ¿realmente la predicción fue exacta? ¿Decía algo como «usted recibirá dinero hoy» y la persona encontró una moneda de 25 céntimos en la calle? ¿O fue algo específico, como por ejemplo «usted encontrará 25 céntimos en la calle»? La diferencia es que la predicción específica rara vez se cumple, mientras que la predicción vaga raramente se equivoca. ¿Acertó el horóscopo en todos sus puntos? ¿Lo llamó un amigo a quien hacía mucho que no veía? ¿Pudo manejar con éxito un asunto complicado? ¿Realmente encontró el amor de su vida? En otras palabras: ¿cuántas de las predicciones se cumplieron y cuántas no? Los seres humanos tendemos a recordar los éxitos y a olvidar los fracasos, y esto los «médiums» y astrólogos, saben muy bien».
James Randi hace una demostración de con cuánta facilidad se engaña a la gente por medio de la astrología. Randi entra a un salón de clases de la universidad haciéndose pasar por astrólogo y entrega un horóscopo a cada estudiante. Luego, les pide que calibren la exactitud de sus predicciones en una escala, e invariablemente los alumnos atestiguan que la predicción fue exacta. Luego, Randi les pide que intercambien las predicciones, y los jóvenes descubren asombrados que todas las hojas de papel contienen exactamente el mismo horóscopo. Las predicciones están redactadas en un lenguaje tan deliberadamente vago que casi todos los de la clase pensaron que describían muy bien los hechos. Los horóscopos se ajustan casi a cualquier persona, y, por lo mismo, su poder predictivo es nulo. Todo está en la mente del oyente.
Volviendo a la pareja del restaurante y dirigiéndome a ella, les diría que hicieron algo que los astrólogos y los admiradores de estos «saberes» estarían de acuerdo. Es decir, leyeron el horóscopo y asumieron su rol de «persona perteneciente a un signo del horóscopo concreto». Así, el teatro que realizó esta pareja es típico:
- A dispone del documento donde se describen las características de los signos del horóscopo
- Esta persona le pregunta a su acompañante, B, cuál es su signo
- B, efectivamente, le dice el signo que le corresponde según su nacimiento. (Esta persona ya ha leído en otras ocasiones esas características)
- A comienza a leer las características que describen el signo elegido.
- B, al oír las señas de identidad de su signo automáticamente intenta calificarse a sí mismo y juzga como verdad o mentira las características que le son mencionadas.
Propongo que A lea las características de todos y cada uno de los signos sin dar a conocer a cual se refiere en ese momento y B apunte las características que encuentra coincidente con su carácter. El resultado será concluyente: las características se mezclarán entre los diferentes signos del zodiaco.
Sólo deseo que, al final de esta entrada, el lector ponga voluntad en leer y analizar consecuente y reflexivamente cuando lee estos textos.

Muy conciso, sólo aportaría que recuerdo cuando niño, mi abuelita y una tía se enteraron de que no eran 12 signos zodiacales, sino 13 y a pesar de mi edad me causaba gracia ver cómo (palabras de ellas): «El ofiuco ese iba a afectar sus vidas», en fin ya dejando el humor de lado es terrible la dependencia que ciertas personas llegan a tener del horóscopo, he escuchado casos de personas que cancelan viajes, renuncian a trabajos o toman decisiones de trabajo con la astrología como guía.
Sin palabras…
No sé si conoces The Big Bang Theory, en esa serie Sheldon Cooper da la mejor definición de lo que supone las astrología: acá el link: http://www.youtube.com/watch?v=MhX_nXTF0Ec
Hola Martín
De lo que más me sorprende es el entender que hay personas que entienden la superstición como motor que dirige sus vidas. La pata de conejo dando suerte y que pudiera depender de ello si le sale bien el examen de matemáticas, o que poniéndose el calzado en un orden determinado su día será calificado como bueno o malo. Tantas supersticiones. O como si orando se va a mejorar algo la situación de salud o la paz mundial… Sólo tengo un calificativo para esto y, prefiero no decirlo para no caer en la grosería.
Saludos Martín
Esta bueno leer el punto de vista de un ateo por supuesto, no cree en nada que no pueda ver pero al.mismo tiempo no tiene como justificar nada de lo que existe ya que la ciencia así como el mundo y el ser humano no.pudo haberse creado por si mismo sin «algo» más.Quieran o no existe ese algo que muchos llaman dios, buda , Jehová como quieran , lo mismo que muchas energías interconectadas del universo con nosotros y que da vida…..a la vida , la astrología es muy antigua y es parte de un conocimiento oculto ,no un juego para charlatanes.BUeno, charlatanes tenemos en todos los ámbitos, política, ciencia, etc hay que saber diferenciar e informarse bien.
Sulin, sos una cavernícola y tus palabras lo demuestran. Estás hablando de Dios y esto es astrología (una ciencia). Estás en el año 2016, ya hace siglos que dejamos de alabar distintos tipos de Dioses invisibles y/u omnipresentes, hacer sacrificios y mandar brujas a la hoguera. Por otro lado, hablás de charlatanes y la única persona que está tratando de inculcar religión aquí eres tú. Lamentablemente la religión ha sido y será siempre el opio de los pueblos. La gente en vez de mandar curriculums va a rezar a la iglesia por trabajo. Por favor… Estudien. Está comprobado que las personas con más estudios (las más cultas) son menos creyentes que los más ignorantes.
El único que interpreta sueños, estrellas, constelaciones etc etc es el mismo que los creó, no desgasten su mente tratando de interpretar el significado de los astros, substituyendo la tarea que a Él le corresponde; basta un ejemplo sencillo de entender : » …El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. …» (Daniel 2:27-28). Lean el contexto la influencia no es zodiacal es una verdad que nos hara libres de nuestro propio entendimiento engañoso, les invito a los «astrologos» para entender que nuestro conocimiento es nada ante el conociemiento de nuestro creador. Bendiciones que Dios toque sus corazones.
Salimos de Guatemala a Guatepeor… De los horóscopos a la mitología cristiana. De verdad que si el mundo no avanza es por la cantidad de «iluminados» que sólo atienen a sus gilipolleces místicas.
¿Cuándo el razonamiento se inpondrá sobre los dogmas místicos?
Qué pena de mundo