Consiste en juzgar las cosas de hoy valorando su origen o desarrollo.
- Es incomprensible que a Carlos le hayan concedido el Premio Nóbel de Física. Fuimos juntos al colegio y era el más tonto de la clase.
- No es posible que esa computadora funcione bien. La ha montado un chino en el mercadillo.
- ¿Cómo puede decir Pérez que es socialista si su padre hizo la guerra con Franco?
La afirmación sobre cómo nacen o cómo eran las cosas en el pasado no tiene nada que ver con el juicio que tengamos sobre los méritos del presente. Está bien explicar el origen y desarrollo de una persona, idea, o institución, como quien hace historia o analiza la evolución de una enfermedad, pero está mal basar las valoraciones del presente en las del pasado cuando éstas no son relevantes.
— ¿Cómo puedes ser tú libre si tus padres no lo eran?
— Tampoco eran púgiles, y sin embargo yo lo soy.
- Antístenes
Es una maniobra cómoda para evitar la lidia con la idea en sí. Juzgar los méritos de hoy por los defectos de ayer constituye una variedad de la Falacia de Eludir la cuestión y, cuando se refiere a personas, una Falacia ad hominem. Constituye, además, una flagrante Petición de principio: En efecto, la falacia genética parte de un supuesto falso que se da por bueno.
- Quienes no destacan en el colegio, no destacarán en la vida.
- Los hijos de los franquistas son franquistas.