Un escepticismo moderado es saludable para nuestra vida diaria. Todos somos escépticos en el sentido de que no aceptamos todo lo que nos digan y nos proponemos en valorar si puede tener algún tipo conflicto con nuestros conocimientos adquiridos. Esto lo hacemos a diaria, todos los días. Lo que no llego a entender cómo es posible que los creyentes crean a pie juntillas todo lo que les dicen en cuanto a su religión. Son ciegos a la razón y la lógica.
Un científico es un escéptico racional. Entiende que él puede llegar a creer o tener algún juicio sobre algo que intenta probar pero, a la vez, que sólo será propuesto como lógico en cuanto pase el filtro del método científico. Así, ante un acontecimiento o descubrimiento de alcance un científico guardará cautela hasta que no se hagan las comprobaciones suficientes para dar un opinión con convencimiento.
En esta entrada expongo una analogía entre la venta de coches en un concesionario y las religiones. Cómo se puede hacer un ejercicio de escepticismo en la vida ordinario y, sin embargo, con las religiones se pasa por alto.
A parte de las diferencias evidentes, este vídeo da en el clavo con los que los creyentes venden y son capaces de comprarse a sí mismos. Aparece el pastor, Papa, santón o milagrero de turno y ya están ahí siguiendo sus palabras como verdades sin dar una oportunidad a su capacidad de razonar (la que le quede)
¿Cómo es posible que los creyentes sean tan poco críticos? No me puedo imaginara a estas mismas personas actuando con ese criterio en las diferentes situaciones que se dan a lo largo de la vida. Este vídeo pretende poner como ejemplo la venta de coches. Si alguien actuara de la misma forma con los coches como con las religiones comprarían el segunda mano sin saber si tiene ruedas o si tiene un golpe que le imposibilite funcionar adecuadamente.
Como digo, un vídeo que aplica el escepticismo en la vida diaria.
El escepticismo como inicio para creer
