Un mismo Dios, unos mismos protagonistas y discutiendo por quien y cómo se metió la semillita.
¡Los creyentes de mitos son de lo que no hay!
Este cartel ha sorprendió a los fieles de St Matthew-in-the-City (Auckland, Nueva Zelanda). En la imagen yacen San José y la Virgen María con un lema que, ha despertado la indignación: «Pobre José. Debe de ser duro ir detrás de Dios» Alegan los responsables de esta iglesia anglicana progresista que «lo que intentábamos era conseguir que la gente piense más en qué consiste la Navidad», en palabras el archidiácono Glynn Cardy, quien admitió que su iglesia tiene ideas muy liberales.
Dice que quiere darle la vuelta a la Navidad. «¿La Navidad trata de un Dios varón que envía su esperma para que nazca un niño o trata del poder del amor entre nosotros como se vio en Jesús?». No todo el mundo, como es lógico está de acuerdo con este osado pastor. Sólo unas horas después de ser colocado, un ciudadano indignado lo cubrió de pintura marrón.
No tardó en estallar la polémica. La Iglesia Católica neozelandesa ha reaccionado: «Un cartel así es más propio de un grupo anticristiano que quiere mofarse de la divinidad de Dios» – Freer, su portavoz, señaló que la concepción de Cristo es una importante cuestión teológica que no puede ser analizada a la ligera, por lo que la estrategia de Cardy «no generará ningún debate inteligente sobre el tema».
También ha sido criticado por los grupos defensores de la familia, que lo han tachado de ofensivo con los valores familiares. «La Iglesia puede tener su debate sobre la Inmaculada Concepción y su significado espiritual dentro de la iglesia, pero golpear a niños y familias con este concepto por medio de un cartel en la calle es completamente irresponsable e innecesario», ha declarado el director de la organización Family First a la web de noticias stuff.co.nz. (Por cierto la Inmaculada Concepción se refiere a la Virgen no a Jesús, el tema aquí en cuestión es la concepción virginal de Jesús)
Según Cardy, responsable del cartel, «La verdadera importancia de la Navidad es la radical hospitalidad que Jesús ofreció a los pobres, a los desahuciados, las mujeres, los niños y los enfermos. Ésta es la esencia de Dios».
Y es que es muy difícil competir con el miembro de Dios.
