El error de Conclusión desmesurada se comete cuando, a partir de datos ciertos, llevamos la conclusión más lejos de lo que aquéllos permiten. Es una forma de Falacia por Olvido de alternativas.
Con frecuencia, siendo ciertos los ejemplos, nos empeñamos en obtener de ellos lo que no dicen. Es conocida la anécdota del sabio que a la voz de ¡salta!, lograba que cada una de las pulgas de su colección se introdujera en un frasco. Arrancó a una pulga las patas traseras y al ordenar ¡salta!, la pulga no saltó, y lo mismo ocurrió tras arrancar las patas a todas las demás. El sabio, entusiasmado, anotó en su cuaderno: Cuando se le quitan las patas traseras a una pulga deja de oír.
- Los Estados Unidos no deben implicarse en países donde hablan francés. ¡Mira lo que ocurrió en Vietnam y en el Líbano y en Haití!
- Hay pocas señoras entre los Diputados. Parece que a las mujeres no les atrae la política.
- Los restaurantes que están siempre llenos dan muy bien de comer.
Las razones por las que un comedor esté habitualmente lleno pueden ser diversas: sus precios son atractivos, es limpio y rápido, ocupa un emplazamiento idóneo, es el único de la zona, está de moda… y todo lo que se quiera y, realmente, la conclusión sera erronea y no tenga nada que ver con la comida que sirven.
- El índice de participación en las elecciones municipales ha sido del 24%. Se ve que la gente está harta de los políticos y elige darles la espalda.
Tal vez, pero no tiene que ser así. Los electores suelen participar menos cuando entienden que hay un claro ganador, o cuando les da igual el resultado. Los partidos políticos suelen cometer esta falacia al sacar conclusiones después de cada comicio y nadie parece haber perdido las elecciones.
Ver también la Falacia de la Composición. Otras falacias que acompañan a las generalizaciones son: Generalización precipitada, Falacia Casuística, Falacia del Embudo, Falacia del Secundum quid.