Anne Germain. Esta angelical usurpadora de conversaciones de difuntos ya le dimos protagonismo en Anne Germain y sus muertos parlanchines. En esta ocasión nos hacemos eco de la denuncia de un ex empleado del programa en cuestión Más allá de la vida. ¿Pudiera ser el resentimiento de haber sido despedido el que provocara la denuncia? Posiblemente. Pero ¿qué escándalo descubierto en los últimos años no está motivado por tal vil sentimiento? Así que bienvenido sea si, como consecuencia de ello, se desenmascaran estafadores disfrazados de ángeles intermediarios de conversaciones con difuntos.
El denunciante ha confesado al diario El Mundo que el programa engaña y todos los ahí trabajan son conscientes y colaboradores en la consumación del engaño por parte de Anne Germain. Según describe, Anne Germain hace ver que siente cosas y oye voces mientras que, realmente, lo que tiene es un informe con información del invitado.
Parece ser que los redactores del programa preparan el terreno a la supuesta vidente. Hacen una recopilación de los momentos cruciales del personaje de turno (familia, muertes, recuerdos de infancia) y de eso se vale para luego hacer su función delante del personaje deseoso de que le digan «notas» que subjetivamente ellos identifiquen. Es evidente que estos muertos sólo hablarán de emociones y recuerdos emotivos y no de cuestiones que, aún sabiendo sólo el difunto, no son conocidas por nadie. De ahí que no resuelvan asesinatos. Incluso el ex trabajador pone ejemplos concretos, de personajes que pasaron por el programa y detalla los «trabajos» que hicieron que Leandro Alfonso de Borbón o Antonio Canales, quedaran fascinados con los dotes de la vidente.
Esta persona da detalles como que, entre invitado e invitado Anne se va a descansar, pero lo que hace es ir a una habitación con un redactor donde le pone al tanto de los datos que tienen del siguiente famoso.
¿Y qué dice Anne Germain de todo esto?
Pues ella no lo niega. Curioso, ¿no?
Nunca he ocultado que recibo un perfil de los invitados, incluso lo he comentado aquí en Facebook. No los conozco y mi equipo me prepara unas notas que me entregan poco antes de entrar al programa. No es información secreta ni confidencial, es más, lo habitual es que luego me deje los papeles olvidados porque no son importantes.
La médium también destaca que apenas utiliza esos dossieres:
Si realmente basara todo el programa en esa breve información, sería más sencillo aprendérmela de memoria en mi casa que recibirla impresa en el camerino poco antes de empezar. Además, no llevo ‘pinganillo’, ni en el programa ni en la gira. Siempre lo he dicho, no pretendo convencer a los escépticos. Trato de transmitir lo más claramente posible los mensajes que percibo de sus seres queridos a las personas que acuden a mí.
Anne Germain. ¿Tiene sentido entonces tener una cohorte de redactores haciendo esos informes que ella ignore porque «no son importantes»?
¡Valiente estafadora!
A pesar de todo. A pesar de que Anne Germain pudiera ser una estafadora, no considero que sea la única responsable del engaño. Telecinco tiene un papel más que destacado y Jordi González, con todo lo que presume de ser tan ecuánime y justo, es un auténtico charlatán que ha de tragar todo lo que esa mujer vomita. Y lo traga por contrato. ¡Muy moral y ético Sr. González! Esta mujer cobra, nada más y nada menos, que 15.000€ por programa. Según el suplemento de El Mundo, esta señora cerrará el año con unas ganancias de 1.000.000 de euros.
